Dora Llop Montón. Secretaria general PP Vila-real.
Parada y fonda es un modismo español referido a la suspensión repentina de algo, y parada y fonda es lo que hemos experimentado los vecinos del Vila-real desde que nos desgobierna este cuatripartito, porque atentos, no nos hemos parado, un intermedio en la ejecución de algo, sino que se ha suspendido la gestión del gobierno local... Hasta no sabemos cuándo.
Primero, a comienzos de legislatura, suspendieron la ejecución de la ciudad municipal del deporte, la que ya estaba adjudicada a una empresa, y con las obras en marcha. Entre los 300.000 euros que costaron los trabajos que ya estaban hechos y los 300.000 euros de la indemnización a la empresa adjudicataria, el capricho del cuatripartito, capitaneado por el alcalde José Benlloch, nos ha costado a los vecinos la friolera de 100 millones de las antiguas pesetas.
Segundo, desde principio el desgobierno local tuvo claro una cosa, la biblioteca nueva no se abriría nunca jamás como biblioteca. ¿Por qué? Simplemente porque reclamaron tanto cuando estaban en la oposición por una biblioteca sin libros, como ellos la llamaba, que ahora tiene de todo menos libros, y cuando llegó el tiempo de llenarla no los quisieron meter por si acaso se les terminaba el discurso político. Eso sí, a los vecinos de Vila-real nos ha costado 2.000.000 euros de nuestro bolsillo, porque está totalmente pagada y liquidada del bolsillo de todos nosotros, pero sin uso con biblioteca.
Tercero, por inacción, por falta de gestión, y por no dar su brazo a torcer ante una propuesta del PP, estamos pagando 500 euros por día por la conexión a la red del consorcio de aguas del Mijares, llevando desembolsados 200.000 euros al año, de momento 3 años, para poder beber el agua con garantías. La razón: la contaminación por bromacilo de los pozos de abastecimiento. ¿Existe solución definitiva? Sí. Hacer plantas de carbón activo. Lo han propuesto los técnicos municipales y lo ha propuesto el PP. Pero claro, Benlloch nunca puede aceptar una propuesta popular aunque sea buena. Así que de nuevo nos condena a pagar por su falta de carácter y su inacción política.
Cuarto, en el 2013 los ciudadanos de los aledaños de la avenida Alemania, pidieron en la comisión de presupuestos participativos, la inmediata adecuación del firme de la calzada, después de votarlo la mayoría de los vecinos en dicha comisión, este es el día que la avenida Alemania está suspendida y sin solución "sine die".
Quinto, la parálisis absoluta del crecimiento de la ciudad por el entierro del PGOU. Benlloch llego al ayuntamiento al estilo Zapatero y anuló la aprobación de nuestra norma máxima de planeamiento. Esto ha supuesto que durante 3 años Vila-real haya tenido que funcionar como hace veinte años y que muchas empresas que querían ubicarse en nuestra ciudad, se hayan marchado a otros municipios colindantes donde ya están funcionando y creando empleo. Benlloch solo es paro y pobreza para Vila-real.
Podría seguir hasta que nos dieran las uvas, pero como me estoy quedando sin espacio, solo les diré que Llevamos casi cuatro años esperando la gran gestión del cuatripartito, la gran transparencia y el talante negociador de los mismos.... Lo que tenemos sin embargo son caprichos muy caros, bibliotecas malgastadas, avenidas rotas, agua más cara y una paralización de Vila-real que se ha convertido en una parada y fonda ‘in eternum’.
Ni Vila-real, ni los vecinos, ni las empresas que ante tanta inacción se marchan a mejores sitios, se merecen un alcalde con tanto cinismo, al que solo le importa gobernar desde el rencor, y solo se dedica hacer oposición a la oposición. Esto solo demuestra la arrogancia y la prepotencia que nos desgobierna que priman desde al principio los intereses partidistas y de sillón, antes que el bienestar general de todos los vecinos. Decididamente Vila-real se merece un gobierno.
