El Consistorio anuncia que ya está en conversaciones con propietarios de varios solares para habilitarlos como zona de estacionamiento.
Mejorarán la limpieza y algunos espacios verdes.
Clara Parra Roncero
El alcalde de Vila-real, José Benlloch, junto a varios miembros de la corporación municipal se han reunido, esta mañana, con los representantes de la asociación de vecinos Cervantes para conocer sus demandas. Una de sus principales quejas ha sido la “necesidad” de mejorar las zonas de aparcamiento con las que cuenta el barrio por lo que han planteado al primer edil habilitar algún solar vacío a tal efecto.
Al respecto, el munícipe ha asegurado que ya está en conversiones con los propietarios de algunos solares de la calle Jaume Roig para intentar llegar a algún acuerdo que permita no sólo adecentarlos, sino sacarles también un provecho como zona de estacionamiento. “Hemos contactado con ellos, y tal y como hemos hecho en otros sitios, a veces es complicado porque hay que saber primero quién es el propietario. En este caso está claro y le hemos propuesto que nos permita su uso, como aparcamiento. A cambio el Consistorio le condonará el pago de la contribución y deberá devolvérselo si tiene alguna opción de compra o lo requiere en un plazo de dos meses”, ha explicado el primer edil.
Otra de las peticiones del colectivo vecinal ha sido “la necesidad” de que se mejore tanto la ubicación de algunos contenedores como de la propia limpieza donde se ha resaltado la idoneidad de seguir desarrollando campañas para concienciar, sobre todo a los propietarios de animales, de mantener limpio el barrio.
Los vecinos también han expuesto al alcalde la situación en la que se encuentran muchos comercios de la zona y el incremento del cierre de locales que se ha producido. Por ello, han pedido que se lleven a cabo algunas acciones de dinamización en el entorno con el objetivo de motivar el consumo de los vecinos en los locales del barrio.
Más dinamización para el comercio
“No es solo un problema de este barrio es en general”, ha explicado Benlloch, quien ha avanzado que se seguirán estudiando todas las fórmulas posibles para seguir apoyando a este colectivo, pese a reclamar: “deben ser otras administraciones más fuertes las que lo deberían hacer y llevar al respecto políticas más claras. El problema está en el consumo y mientras éste no se recupere será difícil. La gran mayoría de las más de 5.000 personas paradas que hay en Vila-real son del sector servicios”, ha resaltado.
De hecho, Benlloch ha revelado que de los 400.000 euros que el Consistorio aportó al plan conjunto de fomento de contratación, creado junto a la Diputación de Castellón y la Generalitat, “sobrarán de esos 280.000 euros de remanentes”.
Los vecinos también han reclamado mejorar algunas de las zonas verdes del barrio, así como colocar trencadís en el tramo urbano de la acequia mayor. La asociación de vecinos Cervantes, que engloba el área comprendida entre las avenidas Francia, Cedre y Mediterráneo, se creó hace 4 años y cuenta con cerca de 300 socios.
