Marisol Linares. Ex diputada del PP.
El panorama político en España y los últimos acontecimientos nos tienen que llevar a reflexionar para tomar decisiones que hagan cambiar el rumbo de la nación en los tiempos venideros. De ahí la importancia de las próximas elecciones del 28 de abril y de las consecuencias que ello puede acarrear en el aspecto social y económico para todos los españoles.
Cuando a través de los medios de comunicación vemos las protestas en Barcelona por “el juicio del procés” observamos que la gente de los CDR que increpa, se manifiesta y planta cara a las fuerzas de seguridad son mayoritariamente jóvenes que han nacido en democracia y que han sido educados en las últimas décadas. Su bisoñez hace que nos tengamos que plantear que la formación y la educación, en el más amplio sentido, tiene que ser reconducida a nivel estatal o por lo menos supervisada y vigilada por la inspección educativa. Esta será la forma más efectiva de que los nacionalismos exacerbados no campen a sus anchas, pues el adoctrinamiento en las aulas durante años tiene como consecuencia que muchos jóvenes desconozcan la verdadera historia de España, que ha sido durante siglos una nación que ha dejado huella en muchas civilizaciones del nuestro mundo.
Los jóvenes deben conocer sus orígenes y amar, cómo no, a su tierra natal y a su comunidad, pero dentro de una nación que es España y que nos une a todos los españoles. Las trabas que los gobiernos nacionalistas les ponen a los padres para que elijan libremente la educación que quieren para sus hijos, como ha ocurrido con la negativa de aplicar el distrito único en nuestra Comunitat, es entre otras cuestiones, las que nos tenemos que replantear, ya que el ciudadano quiere y debe tener libertad de elección para la educación de sus hijos.
Esta es una de las cuestiones más espinosas que el gobierno que salga de las próximas urnas debe acometer si no quiere que la escalada de desafección por aquello que nos une a todos, España, siga in crescendo en una escala de difícil retroceso.
Un pacto nacional por la Educación y la actuación de la alta inspección del Estado deben ser propuestas que los partidos mayoritarios deberían comprometerse para el futuro, sino se quiere que una catalanización como en la que actualmente estamosinmersos, se instale en otras comunidades del territorio nacional.
Porque amar y defender nuestras costumbres y lenguas no es incompatible con amar y respetar a la nación de la que todos formamos parte y es nuestro origen, España.
