Noticias Castellón
jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 23:00

Roban el viril con el Santísimo depositado en el Sagrario en la iglesia de San Francisco de Asís de Castelló

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 52 segundos

Noticias Relacionadas

El opispo denuncia la sustracción y convoca una 'misa de desagravio' para todos los fieles el domingo 29 de enero

El Obispado de Segorbe Castelló ha denunciado el robo, durante el día de ayer, del viril con el Santísimo depositado en el Sagrario en la iglesia de San Francisco de Asís de Castelló. En su comunicado, el obispo afirma que "Se trata de un acto sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía, presencia real y permanente de Jesucristo entre nosotros" y convoca una misa de desagravio para el domingo 29 de enero.

El Obispado de Segorbe Castelló ha denunciado el robo, durante el día de ayer, del viril con el Santísimo depositado en el Sagrario en la iglesia de San Francisco de Asís de Castelló. En su comunicado, el obispo afirma que "Se trata de un acto sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía, presencia real y permanente de Jesucristo entre nosotros" y convoca una misa de desagravio para el domingo 29 de enero:

"Como Obispo de Segorbe-Castellón comunico a todos que ayer, 24 de enero, a primeras horas de la noche descubrimos una grave profanación del Santísimo Sacramento de la Eucaristía en la iglesia parroquial de San Francisco de Asís de Castellón de la Plana.

En el transcurso de un robo perpetrado en la iglesia ha sido sustraído el viril con el Santísimo, depositado en el Sagrario.

Con el deseo de reparar este acto sacrílego se celebrará una Santa Misa de desagravio en la iglesia de San Francisco de Asís, el domingo próximo, día 29 de enero, a las 11:30 horas a la que invito a todos los católicos de la Diócesis de Segorbe-Castellón - sacerdotes, religiosos y laicos-, acompañando a los fieles de esta parroquia en este momento doloroso de su historia local.

Este hecho nos duele profundamente. Se trata de un acto sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía, presencia real y permanente de Jesucristo entre nosotros.

Por ello, como Obispo pido a los sacerdotes que en todas las iglesias parroquiales, capillas y templos abiertos al culto se lleven a cabo actos de desagravio y de reparación sea con la celebración de la santa Misa o con la exposición prolongada del Santísimo Sacramento.

Este suceso nos permite reflexionar sobre lo que supone que el Señor se haya quedado presente entre nosotros bajo las especies eucarísticas. Él no dudó ni un momento en cumplir su promesa: "Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".

Si el Señor, a pesar de todos los riesgos y peligros, mantiene hoy su voluntad de permanecer entre nosotros, es una señal inequívoca de que los bienes que se desprenden de su presencia son infinitamente más grandes que los males que se puedan derivar.

Exhorto a los todos fieles católicos a aprovechar lo acontecido para renovar nuestra fe y devoción eucarísticas. Detrás de este suceso se esconde una llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía.