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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 14:20

El Provincial atiende más de 650 consultas de trastorno mental grave infantil y juvenil

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El programa que contiene es pionero en la Comunitat Valenciana y esta formado por un equipo con más de veinte profesionales

Castellón Información

El Hospital Provincial de Castellón cuenta con un programa de trastorno mental grave de la infancia y la adolescencia del centro castellonense, pionero en la Comunidad Valenciana, que consta de una consulta ambulatoria en la que los especialistas realizan un estrecho seguimiento de los casos graves, una sala de hospitalización con capacidad para ocho personas y un hospital de día.

Durante el pasado año, los especialistas han atenido un total de 655 consultas de niños y jóvenes de hasta 18 años que tienen un trastorno grave de salud mental y requieren una asistencia integral por parte de un equipo multidisciplinar de profesionales.

Asimismo, la Unidad de hospitalización infanto-juvenil registró el pasado año 80 ingresos, mientras que el hospital de día ha atendido desde su puesta en marcha, hace ocho años, 110 casos.

Un equipo multidisciplinar integrado por más de 20 profesionales entre psiquiatras, psicólogos, personal de enfermería especializado en salud mental y especialistas en Trabajo Social se encarga de la atención de los pacientes que, en función de la gravedad de su estado, pueden ingresar en la Unidad del centro, recibir tratamiento ambulatorio o participar en las terapias y actividades del hospital de día.

El psiquiatra Matías Real, responsable del programa, ha explicado que se considera trastorno mental grave a las enfermedades mentales que tienen o pueden llegar a tener una repercusión importante en la calidad de vida de los niños y jóvenes que las padecen, lo que afecta gravemente su vida familiar, escolar, laboral y social, ya que se produce una inadaptación importante.

Por grupos diagnósticos destacan los trastornos afectivos (cambios en el estado de ánimo que afectan también al entorno social y familiar de los menores), trastornos de conducta de niños y jóvenes que se oponen a las normas sociales y muestran cierta agresividad, así como trastornos del rango psicótico.

Los especialistas han agregado que últimamente destaca la presencia de problemas relacionados con vivencias traumáticas durante la infancia, lo que deja a las personas en una situación muy vulnerable para el resto de su vida si no reciben una atención adecuada.

El programa pretende mejorar de forma precoz la detección de los casos graves y, por ello, implica a profesionales de atención primaria y centros de educación, con el fin de que los casos detectados sean derivados con agilidad. "Cuando el paciente es diagnosticado a tiempo, recibe una adecuada atención sanitaria y se garantiza la continuidad asistencial", ha destacado el doctor Real.

De ahí la importancia de la coordinación del personal sanitario con profesionales de Servicios Sociales y Educación para el abordaje íntegro de las personas afectadas que, con esta asistencia, mejoran su calidad de vida y presentan una mayor autonomía individual.

"Cada vez atendemos más casos desde etapas iniciales, entre los 6 y 10 años de los niños, con lo que conseguimos que los pacientes normalicen su día a día", ha puntualizado Real.
El tratamiento incluye psicoterapia individual y de grupo, tratamiento farmacológico y abordaje familiar. La implicación de los padres es fundamental para la recuperación de los menores, pues un adecuado manejo y comprensión de la patología de sus hijos es fundamental para la correcta evolución.

Dispositivos de salud mental infanto-juvenil

A este programa se suman otros dispositivos del centro para atender a la población infanto-juvenil con problemas de salud mental como la Unidad de Salud Mental Infantil Ambulatoria y la Unidad de Trastornos Alimentarios.

Entre las patologías más frecuentes que presentan niños y jóvenes atendidos en las unidades de salud mental infantil se encuentran alteraciones del comportamiento como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastornos por tics, cuadros adaptativos, autismo, depresiones y trastornos psicóticos de inicio temprano.

Los especialistas aconsejan a los padres que acudan a profesionales cuando detecten en sus hijos manifestaciones excesivas de enojo, miedo, tristeza o ansiedad, así como cambios repentinos de comportamiento, puesto que pueden ser indicadores de un problema.