Castellón Información
El desastre en la gestión económica de Benlloch ha hecho que se haya abierto la posibilidad de que las empresas que iban a participar en el Festival de Danses puedan reclamar indemnizaciones por la anulación de este histórico certamen por parte del alcalde.
El propio Benlloch ha admitido que algunas de estas empresas le reclaman hasta 10.000 euros por la anulación unilateral de este certamen internacional que era un referente y que el alcalde fulminó para, de forma paralela, poder seguir pagando sus caprichos.
Tal y como ha lamentado el edil del PP, Jaume Llorens, "no sólo la irresponsabilidad de Benlloch nos ha dejado sin un festival como el de Danses y con menos identidad cultural, sino que pese a no celebrarse nos va a costar dinero por el desastre de la gestión económica del alcalde".
Y es que después de estar desde 2014 gastando más de lo que se ingresaba, el Ayuntamiento ha quedado intervenido por lo que Benlloch ha tenido que subir el IBI cerca del 10% y aplicar recortes como amputar la vida cultural de Vila-real: el Festival de Danses, Tardoralia, el musical '9 Lunas' de la coral Sant Jaume que se iba a estrenar o la cantata 'El Naixement' con música de Rafael Beltrán se han quedado sin subvención "mientras sí se pagan caprichos como el Gran Casino que nos cuesta dos millones de euros" o "pagar 4.300 a una empresa para que actualice el Facebook del SME" así como gastar 12.000 euros en comidas que ha obligado a intervenir al Tribunal de Cuentas.
Llorens ha lamentado que "el desastre económico en el que nos ha adentrado el alcalde hace que él mismo haya tenido que rectificar y cifrar en más de un millón de euros el pufo de dinero que debe a las empresas" por lo que "debería de ser responsable y no hacer, además, que se tengan que afrontar indemnizaciones por su mala gestión o seguir contratando conciertos sin tener presupuesto". De hecho, el alcalde ha contratado un concierto que cuesta 14.000 euros pese a la advertencia legal de que no tiene presupuesto ya que, sólo en la concejalía de Cultura, el pufo asciende a más de 200.000 euros.
