Alejandro Marín-Buck. Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castelló
Es tremendo comprobar como el Desacord del Fadrell hace aguas por todas partes, le crecen los enanos por todos lados, es increíble ver las innumerables muestras de protesta, indignación y desesperación de colectivos, asociaciones e incluso trabajadores de empresas subcontratadas por el ayuntamiento, que se manifiestan día si, día también, en la plaza Mayor para reivindicar sus derechos, sus peticiones y sus necesidades.
Ya no recuerdo el pleno en que no hayamos tenido gente manifestándose frente al ayuntamiento, ejerciendo su derecho constitucional de reunión y manifestación, ya que parece ser que la alcaldesa está más preocupada en mantener su agenda sostenible, de género y ecológica, a recibir a los vecinos de Rafalafena por la remodelación indeseada de la Avda de Lidón, a escuchar a los estudiantes, profesores y familiares que precisan urgentemente de un nuevo Conservatorio de Música y Danza, o de resolver el impago de 8 meses de las trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria, las cuales no han dejado de trabajar a pesar que la empresa subcontratada no ha podido renovar el contrato con el ayuntamiento desde noviembre del 2020 por la mala gestión del equipo de gobierno.
Lamentablemente solo actúan cuando la presión social, los titulares y la oposición les pone contra las cuerdas, ese es su modus operandi, dejando todo para mañana, y desde luego así no puede funcionar nunca bien un ayuntamiento. Es sabido por todos que entre los socios del tripartito no hay buena sintonía, apenas se hablan, y no trabajan al unísono, más bien se dedican a defender sus propias políticas de cada concejalía, y dejan la unidad, el Acord, para los titulares y los plenos.
Desde Ciudadanos siempre hemos sido leales a nuestra labor fiscalizadora, haciendo una oposición constructiva, sensata, moderada, en pro de los castellonenses. Hemos trasladado en innumerables iniciativas las demandas sociales de nuestros vecinos, de nuestras asociaciones y colectivos, y de nuestras empresas que necesitan un altavoz para hacerse oír desde dentro, pero lamentablemente el Desacord del Fadrell solo mira por sus intereses, pasando el radillo a toda propuesta ajena, y desoyendo de esta manera a gran parte de la sociedad que se siente ignorada.
Solo espero que en lo que queda de legislatura, el tripartito cambie de actitud, y empiece a velar más por los intereses de sus vecinos que por los suyos propios, ya que sino estos dos años se convertirán en un auténtico escándalo cada último jueves de mes.
