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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 21:59

Oropesa devuelve al mar 600 toneladas de algas marinas que fueron extraídas del mar durante el verano

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El objetivo era el de mantener limpias las playas durante la temporada alta vacacional

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Oropesa del Mar ha procedido en los últimos días a la devolución al mar de 600 toneladas de arribazones de Posidonia oceánica, planta acuática endémica del Mediterráneo que forma praderas submarinas y que supone una notable importancia ecológica. La vegetación había sido extraída durante la estación estival y acumulada en la propia playa con el fin de mantener limpia la costa. Ahora, tras el fin de la temporada de baño, el Ayuntamiento las ha devuelto a su lugar de origen para que sigan ejerciendo su función de protección de la costa.

Así lo ha indicado el concejal de Playas y Medio Ambiente, Jordi Llopis, quien ha recordado que “las algas marinas y demás restos de vegetación de la playa constituyen un componente natural del ecosistema marino”. De esta manera, el Ayuntamiento cumple con la ley de Conselleria que establece la prohibición de deshacerse de algas marinas que se depositan en la arena de las playas de forma natural debido a las mareas y las olas.

Cabe recordar que la presencia de arribazones en primera línea de costa amortigua el impacto

de las olas sobre la orilla, controlando la erosión y la pérdida de arena. Es por ello que la protección de estos es especialmente efectiva durante los temporales de otoño propios del clima Mediterráneo. Con todo, los arribazones tienen un reconocido papel en la protección de la costa frente a la erosión, por lo que su devolución al mar evita la pérdida de arena, pues su retirada se realiza con maquinaria pesada, un aumento de la erosión, pues amortiguan el impacto de las olas sobre la orilla, y la pérdida de nutrientes, ya que los arribazones suponen un importante suministro de materia orgánica y nutrientes para los sistemas dunares asociados a playas.

Es por todo ello que “proteger las praderas y realizar una correcta gestión de los arribazones es una medida de adaptación al cambio climático”, por lo que “no podemos olvidar el importante papel ecológico que tienen en el ecosistema litoral y, aún más, en el equilibrio sedimentario de numerosas playas y calas”, explica Llopis.