Estamos poniendo el punto final al año 2023 y estas son fechas en las que ya sea en las redes sociales, el WhatsApp y en las comidas o cenas de empresa, todo parece paz y amor. Una paz y un amor que se desvaneceal igual que las burbujas de una copa de champagne con el nuevo año.
Déjame decirte que no me considero el Grinch de las Navidades, pero es que con los años cada vez llevo peor la hipocresía de las personas. Ese supuesto amigo, familiar, compañero de trabajo y por su puesto tu jefe que en todo el año no se ha preocupado por ti, llega la Navidad y se disfraza de Papá Noel.
Es entonces cuando uno recibe vídeos de gatitos muy monos, algunos en tono humorístico, fotos de familias perfectas y otros mensajes copia y pega, deseándote feliz navidad y un año lleno de éxitos. ¿De verdad?
Hay personas que dedican incluso horas a responder estos mensajes o simplemente los reenvían a las personas de su lista de contactos haciéndote creer que les importas. Como cuando tu jefe no te ha hecho ni caso en todo el año y la cena de empresa se preocupa por tu perro.
Piensa si realmente les importaras, te habrían dedicado algunos segundos e incluso minutos de sus ajetreadas vidas a tu persona a lo largo del año. Mientras pierdes tu tiempo con las personas que han estado contigo los 365 días del año en los buenos y malos momentos. Las personas que realmente nos quieren, nos aprecian y viajarían con nosotros al fin del mundo.
Sabes cuando visito empresas siempre encuentro el mismo problema. La mayoría no sabe distinguir lo importante de lo urgente. Una anécdota; este año y todos los años muchas empresas contactan conmigo, casi acabando el año para hacer algún tipo de formación. Pero no porque sea importante, porque de serlo estaría planificada la formación, sino porque se acaba el año y tienen que gastar los créditos que les quedan o sino el próximo año los reyes les traerán carbón.
Hay una frase de Séneca que dice: “Larga es la vida si la sabemos aprovechar”. Lamentablemente la mayoría de la gente la desperdicia y sólo cuando ya es demasiado tarde, tratan de compensar sus errores intentando ganar tiempo a su favor.
Ganar tiempo no es sencillo puesto que el día tiene 24 horas y ganar más horas tampoco, pero si se puede reducir o eliminar todo aquello que no aporta valor. Todo aquello que no significa nada en tu vida. Y es que en la vida y las empresas no son una excepción,tendemos al “buenismo”.
Los motivos van desde una falta de autoestima y por eso no decimos lo que pensamos, o por considerar que los demás pueden tener la piel más o igual de fina que nosotros y que por tanto no van a llevar bien esa indiferencia que nos apetece y por último porque nos gusta agradar, caer bien y ser populares. Y consecuencia de ello aparece la hipocresía y la falta de honestidad en nuestras relaciones.
Hace poco leía una frase que decía: “Madurar es darse cuenta de que los regalos no están debajo del árbol sino sentados a tu lado”. Así que si quieres un último consejo valora a las personas que tienes cerca y dedícales el tiempo que se merecen.
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2024!
