Castellón Información
La diócesis Segorbe-Castellón ha vivido un fin de semana intensamente vocacional con motivo del Día del Seminario. El sábado, 200 personas participaron en la Vigilia de Oración organizada por la Adoración nocturna masculina y femenina en la Basílica de San Pascual, en Vila-real. El sábado, bajo una intensa lluvia, el obispo, Casimiro López, presidió una eucaristía en la Concatedral de Santa María de Castellón en la que interpeló a la responsabilidad de todos los fieles para despertar y acompañar las vocaciones sacerdotales.
El obispo agradeció a los presentes su asistencia a la celebración a pesar de la lluvia, aunque afirmó con buen humor que “el agua es signo de fecundidad”. En un tono más serio, explicó que el Día del Seminario, que quiere promover nuevas vocaciones y sostener las existentes, interpela a todos.
Sin embargo, en repetidas ocasiones se dirigió de modo particular a las familias para animarlas a tener la generosidad de ofrecer sus hijos: “Oremos para que Dios toque el corazón de los jóvenes y que sean generosos, y también de los padres para que ayuden a sus hijos a lograr metas que no se queden en el corto plazo, sino que les lleven a la felicidad plena que es ser servidores de las huellas de Jesús”.
Mons. López Llorente aseguró que tanto los niños y jóvenes que se pueden plantear la pregunta, como los seminaristas que han dado una primera respuesta y los presbíteros ya ordenados, todos deben volver constantemente a tres actitudes fundamentales: apertura del corazón a la voluntad de Dios, acogida de la llamada y disponibilidad a ser generosos con Dios.
