La diócesis de Segorbe-Castellón, como administración central distinta a las aportaciones hechas por organizaciones como Cáritas, Manos Unidas o la Sociedad de San Vicente de Paúl, destinó más de 150.000 euros a actuaciones de pastoral y solidaridad. También ha destinado 1.862.000 a conservación de un patrimonio que está al servicio de toda la sociedad. En total, se trata de casi la mitad de los gastos (el 47,89 %) que tienen un beneficio directo sobre la sociedad más allá de la propia comunidad católica.
El domingo que viene, Día de la Iglesia Diocesana, es una jornada dedicada a promover el compromiso y sentido de pertenencia de los fieles. Esta obra es posible gracias a las aportaciones que los fieles hacen a la Iglesia diocesana. Representa un 86,97% de los ingresos, y se percibe gracias a la voluntad directa de los donantes por la asignación tributaria o por la participación en diversas colectas. En la del Día de la Iglesia Diocesana del Año pasado, los católicos compartieron 53.722,51 euros.
La Iglesia Diocesana, más allá de los organismos o servicios que la constituyes, es esencialmente una “familia” constituida por “todos los católicos que vivimos en el territorio diocesano”, tal como la define el obispo, Casimiro López, en su carta con motivo de esta jornada. En el mismo texto se afirma que en la Iglesia Diocesana “se hace presente la única Iglesia de Cristo, se comunica la vida divina al hombre y experimentamos en nuestra vidas el misterio del amor insondable que es Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros”.
