Los españoles somos, cada día, más pobres. Por mucho que quieran maquillar las cifras, lo cierto es que nuestro poder adquisitivo, bajo el Gobierno de Pedro Sánchez, se ha vuelto a desplomar, pero ahora alcanzando porcentajes escandalosamente históricos. La situación es tan grave que ahora mismo pasan dificultades y estrecheces hasta los que tienen un empleo. España está en estos momentos “deambulando” económicamente, sin un rumbo claro. No podemos seguir así….
Y es que la inflación anual estimada del IPC en julio de 2022 es del 10,8%. Y no es una apreciación del Partido Popular, sino datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística de España (INE) y que han sido recogidos por todos los medios de comunicación del país… Bueno, por todos… mejor digamos que por casi todos… Se trata del nivel más alto registrado desde el lejano 1984 y. al parecer, y según siempre la información del INE, se debe al aumento de los precios de los alimentos, de la electricidad, combustibles, de la ropa y del calzado. Vamos, todos artículos de lujo.
La nefasta gestión económica del PSOE tanto al frente del Gobierno de España como de la Generalitat Valenciana, o sea, de Pedro Sánchez y Ximo Puig; ha conseguido que poner una sandia en la mesa se haya convertido en algo excepcional reservado solo para las grandes ocasiones… Y no digamos nada de enchufar el aire acondicionado o renovar el vestuario…
Lo dicho, cada día somos un poco más pobres. Por eso es necesario que el PP tome el timón y pongan en marcha medidas económicas que, como proponen Núñez Feijóo y Carlos Mazón, permitan que el dinero se quede en los bolsillos de los ciudadanos, para que circule y genere más riqueza y más puestos de trabajo. Hay que apostar por una bajada general de los impuestos para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos.
Es necesario poner freno a esta escalada de precios. Es necesario poner freno a este constante empobrecimiento de los castellonenses y del resto de españoles.
