La educación es, sin duda, la mejor inversión que una sociedad puede realizar en sí misma. Por eso, la inminente reforma integral de la escuela infantil San José de Almassora no es solo una actuación de mejora en infraestructuras, sino un compromiso con el presente y el futuro de nuestros niños y niñas.
Este centro, por el que han pasado generaciones de almassorins en sus primeros años de vida, necesitaba con urgencia una renovación que garantizara unas instalaciones seguras, modernas y adaptadas a las necesidades actuales. La respuesta de la Conselleria de Educación, delegando competencias al Ayuntamiento para ejecutar la obra dentro del plan Edificant, supone un paso decisivo en esa dirección.
Más de 1,4 millones de euros se destinarán a transformar esta escoleta, que acoge a 80 niños de 0 a 3 años. No hablamos de una simple inversión económica, ya que hablamos de garantizar el bienestar de la infancia, de ofrecer a las familias un espacio de confianza y de reforzar la calidad educativa desde la base. En definitiva, de dar dignidad y excelencia a un servicio que forma parte esencial de nuestro municipio.
El proyecto, que contempla la demolición de las partes más obsoletas y la modernización de dependencias clave, responde a una demanda reiterada de la comunidad educativa. Que esta reivindicación se traduzca ahora en hechos concretos refleja un modelo de gestión que escucha, planifica y actúa. El Partido Popular cumple con sus compromisos, con la palabra dada.
La reforma de la escuela infantil San José es una muestra más de la política entendida como una herramienta útil destinada a dar respuesta a las necesidades más cotidianas, a atender lo que realmente importa. Muy pronto, aquellos que empiezan a dar sus primeros pasos en las aulas, lo podrán hacer en unas instalaciones modernas y funcionales.
































