Marisol Linares. Exdiputada PP
Portazgo o peaje es el pago que se efectúa como derecho para poder circular por un camino. En política, los peajes se pagan con trasferencias o prebendas a cambio de votos en el congreso de los diputados. Los acontecimientos políticos se suceden con una inmediatez que hacen que a los ciudadanos no nos dé tiempo a reflexionar y a calcular la trascendencia de las decisiones que toma este Gobierno de forma unilateral y pensado únicamente en sus intereses partidistas.
Los peajes que el señor Sánchez está pagando a lo largo de esta legislatura son mas gravosos de lo que nos imaginamos y atentan no solo contra los ciudadanos sino también contra la unidad de España. Cada vez se abren brechas más grandes entre las comunidades autónomas y, por ende, entre las personas. España está en venta al mejor postor por un puñado de votos y a este esperpento estamos asistiendo de forma impasible todos los españoles.
Los presupuestos y sus enmiendas a la totalidad han dejado una vez más en evidencia los peajes que paga el señor Sánchez para tener asegurados sus votos y su presupuesto que le mantendrán en La Moncloa hasta el final de su mandato.
Pero en estos peajes hay quien negocia “a la chita callando” y otros que cacarean sus reivindicaciones. Los primeros, los nacionalistas vascos que siguen cumpliendo su hoja de ruta: trasferencia de prisiones, la gestión del ingreso mínimo vital, acercamientos de etarras…etc. Estos son los más sonados pero que pasan desapercibidos por la ciudadanía, por el contrario, los independentistas catalanes se aferran por estar continuamente vociferando y amenazando en los medios de comunicación y tan solo han conseguido hasta ahora que miles de empresa hayan salido de su territorio, que los ocupas acampen a sus anchas, que la inseguridad ciudadana y que la barbarie se adueñe de las calles y el turismo caiga en picado, y así Cataluña se aleja cada vez más de ser una comunidad que ha sido un motor y un referente en España y en Europa. El independentismo y su peaje está alejando a esa Cataluña que todos añoramos como tierra de prosperidad y acogida que fue en otros tiempos.
En esta Comunitat, el Botànic ha perdido una oportunidad de cobrarse el peaje al no solicitar que los diputados de nuestra comunidad autónoma voten en contra los presupuestos a cambio de mayor inversión e infraestructuras.
Y aunque las elecciones generales están lejos en el horizonte, los españoles no deberían olvidar los peajes que nos está costando mantener al señor Sánchez en la Moncloa y que ha conseguido que en España haya españoles de primera, de segunda y hasta de tercera. Por eso a la hora de votar habrá que recordar cómoha desvirtuado la esencia de la Constitución que nos iguala a todos y por eso, espero y deseo que se le cobre al señor Sánchez por parte de los españoles el peaje porque se lo merece.
