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sábado, 20 de abril de 2024 | Última actualización: 22:37

La Unió prevé una pérdida del 85% en la cosecha de aceituna de la provincia de Castellón respecto a la pasada campaña

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La humedad provocó masivas defoliaciones por hongos en los árboles, y a su vez, las heladas y el calor también perjudicaron a la floración y al cuajado del fruto

La cosecha de aceituna en la Comunitat Valenciana no pasa por su mejor momento, según las estimaciones de La Unió de Llauradors, la producción de Castellón esta temporada podría sufrir una merma del 85% respecto a la del año anterior. La bajada de volumen productivo es generalizada en la mayor parte del territorio valenciano, siendo Alicante donde menos descenderá, con cifras cercanas al 70%.

Una campaña media en Castellón suele producir entre 8 mil y 9 mil toneladas de aceitunas, y a nivel de Comunitat Valenciana, estaríamos hablando de unas 25 mil toneladas aproximadamente. Este 2022, según las estimaciones, Castellón pasaría a producir poco más de mil toneladas.

Hilari Jaime, responsable del sector del olivar de La Unió de Llauradors, explica que no hay una zona que haya tenido más pérdidas que otras, sino que ha sido una “hecatombe” general. “En Castellón, las zonas que más producen son el Maestrat y el Alto Palancia, pero la gran pérdida de este año no se debe a un descenso en la producción de estas zonas, sino que es general en todas las comarcas”, apunta Hilari Jaime.

La combinación de adversidades meteorológicas durante el primer semestre de este año es la causa fundamental de ese gran descenso de la producción previsto para este año. El responsable del sector del olivar de La Unió cuenta que las constantes lluvias del mes de abril provocaron que hubiera mucha humedad, y “la humedad para las oliveras es como un veneno”. “Para el repilo, un hongo que aparece en la hoja del árbol, la humedad es fantástica, y esto provoca que las oliveras se debiliten”, añade.

Además de las lluvias, las heladas que se produjeron en algunas zonas y el calor extremo de los meses de verano “remataron la faena del repilo”. Desde La Unió también explican que se venía de dos o tres campañas con bastante producción, por lo que un motivo de este descenso es que las oliveras no han tenido la capacidad de producir lo mismo que los últimos tres años por “cansancio”.

En definitiva, la humedad provocó masivas defoliaciones por hongos en los árboles, y a su vez, las heladas y el calor también perjudicaron a la floración y al cuajado del fruto, con la consiguiente merma de la poca cosecha que se esperaba para esta temporada. “No había visto nunca una producción tan baja desde hace tiempo, es un año inédito y esperemos que excepcional”, declara Hilari Jaime.