Una de las tres productoras españolas está en Cabanes, al borde de la quiebra por la Covid y el intrusismo
Los castillos hinchables infantiles son una de las atracciones que más gustan a los más pequeños y los más reclamados en cualquier fiesta. Pero ojo, porque el sector también se encuentra al borde de la quiebra por la Covid, amenaza de las industrias chinas y la economía sumergida. ¿Son seguros los castillos hinchables? Si se cumple la normativa europea si, pero no todos la conocen y algunos… se la saltan. Una de las tres empresas españolas más importantes en su fabricación se encuentra en Cabanes.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El sector de los castillos hinchables para los más pequeños tampoco atraviesa sus mejores momentos.
Es una de las atracciones que más gusta a los niños y que no falta en casi ninguna fiesta pública y privada. Pero ojo, no todos los castillos son iguales y no siempre se cumplen todas las medidas de seguridad necesarias.
Además, los grandes enemigos del sector son la competencia desleal china, la economía sumergida y el intrusismo. Nunca pasa nada, pero cuando pasa… no se puede hablar de accidente sino de negligencia.
La provincia de Castellón cuenta en Cabanes con una de las tres empresas de fabricación más reconocidas del país. Tienen treinta años de experiencia y han vivido años mejores. Hubo un tiempo que esa empresa llegó a generar seis más en su entorno… pero durante los últimos meses han ido cerrando una detrás de otra.
La pandemia, la suspensión de fiestas, actividades, concentraciones espectáculos y atracciones ha generado un verdadero desastre en la supervivencia de fábricas que deben mantener sus índices de calidad, y que apenas han tenido trabajo durante el último año. Luego están las otras empresas, las que se ganan la vida con la puesta en marcha de las atracciones infantiles, que atraviesan un problema semejante.
La amenaza de la fabricación china
Como en otros muchos sectores la competencia con las empresas chinas ha afectado negativamente a las empresas españolas. El problema, señalaban los productores españoles, es que para fabricar un castillo hinchable se tienen que cumplir muchas normativas de seguridad y hacerlo con materiales adecuados.
“Claro que muchas empresas chinas son más baratas, señalaban desde la empresa de Cabanes, pero también que esas empresas no cumplen con los mismos estándares de seguridad. El ahorro en los materiales y luego en la mano de obra abaratan los precios”. Además, manifestaban algunos de los fabricantes españoles, se da la circunstancia de muchas de esas productoras, para poder entrar en el mercado europeo falsifican los certificados… Eso, resulta desconocido tanto para quienes promueven estas atracciones, como particulares o instituciones, como para los intermediarios que las comercializan.
“Ahora, manifestaban las mismas fuentes, hay ya alguna empresa china que fabrica ya ajustándose a los estándares de calidad, aunque la mano de obra puede ser más barata los precios ya no se van tanto con la producción nacional".
Conclusión, detrás de los bajos precios se esconde una falta de calidad. Nadie da duros a cuatro pesetas.
Pero luego está el intrusismo, la economía sumergida, quienes producen estos artefactos por su cuenta, con materiales poco fiables, que también los ponen en el mercado…
La normativa más completa, indican, es la de Reino Unido, que regula tanto la fabricación como el montaje.
En España, después de los accidentes (negligencias) que generaron víctimas durante los últimos años, también se han extremado las medidas de seguridad ‘las legales’. De hecho, está constituida la Asociación Española de Juguetes Hinchables (AEJH).
El presidente de AEJH, Tomás Corbín era rotundo con este tema. La asociación nació para defender los estándares de seguridad de la fabricación de este tipo de artefacto. Y no admite a cualquiera que quiera pertenecer a ella, solo a aquellas empresas que garantizan la calidad de los materiales y su fabricación, y que cumplen las normativas.
En el caso de la Unión Europea y de España, indicaba Tomás Corbín, ya no hay una laguna legal, de hecho, existe una normativa reguladora para la fabricación y montaje de estas atracciones desde 2014, que se actualiza cada año, la EN/14960-2019. En teoría, tanto las instituciones públicas como los particulares deberían comprobar que el castillo hinchable cumple con esta normativa, pero hay ayuntamientos que la desconocen y que siguen sacando a concurso público la contratación de estas actividades con normativas antiguas… y si eso pasa con las instituciones, mejor no hablar de las contrataciones particulares.
¿Qué debe cumplir un castillo hinchable para que sea seguro?
Aquí se deben tener en cuenta tanto el proceso de fabricación, como luego el de montaje.
Primero está el proceso de fabricación, donde se deberán tener en cuenta las zonas de aprisionamiento, utilizar lonas inífugas y cumplir con los requisitos de seguridad de los materiales y experiencia en la fabricación. Deben tener sus puntos de anclaje y estar preparados para su montaje con toda seguridad de uso. todo ello debe de estar certificado antes de su comercialización.
De hecho, a cada producto se le asigna un número de registro donde se recoge su homologación con la normativa de la CE y a través del cual se puede conocer dónde y cuando se fabricó. Además, los hinchables deben ser revisados ocularmente para que cumplan las medidas de seguridad.
Este certificado tiene validez durante el primer año de vida del producto, y quienes lo compran o alquilan como atracción deben disponer de esta documentación. A partir del segundo año, los castillos deben pasar una revisión anual obligatoria a través de una entidad independiente y reconocida y cuya documentación también debe estar actualizada.
En cuanto a su instalación por aquellas empresas que se dedican a las atracciones y espectáculos, también deben tenerse en cuenta una serie de prescripciones. No se pueden instalar en suelos con desnivel. Deben tener, como mínimo cuatro puntos de anclaje preparados para aguantar una presión de 163 Kg por punto, y en virtud del tamaño del castillo se multiplican los puntos de anclaje con las mismas condiciones.
El montaje debe estar realizado por una empresa preparada para ello que también tendrá que utilizar los materiales adecuados en función del suelo donde se plante con tirafondos o pipetas homologadas o con contrapesos.
En cualquier caso, nunca podrá montarse el castillo si la intensidad del viento es superior a los 38 Km/h. Además necesitan de un informe de ingeniería que garantice la idoneidad del anclaje y del montaje.
De esta forma, cada castillo hinchable es único y debe tener un número de registro de forma que siempre se pueda revisar quien lo fabricó y si el proyecto original cumplía las medidas de calidad… es decir, que pasó la inspección inicial y luego que ha sido revisado anualmente, como indica la normativa, de forma anual. Y en cada instalación, debe estar respaldada con un informe de ingeniería que garantice que el anclaje y el castillo es seguro.
Por otra parte, también deberán ajustarse a otros parámetros como las medidas y alturas de las zonas de paso, indicadas para la altura de los niños que lo van a utilizar, con el fin de que no se produzcan zonas de aprisionamiento. Cada instalación debe contar con un monitor, y todas las instalaciones de una empresa deben estar respaldadas por un seguro que contemple la cobertura de esos hinchables.
La AEJH tiene registradas las empresas que cumplen con estas normativas y también el acceso al registro de los castillos hinchables que se ofrecen como atracciones. Además de la revisión de los castillos hinchables, la Asociación Española aglutina a otros sectores como el de las atracciones mecánicas, que también sufren los efectos de la competencia desleal por empresas chinas o la economía sumergida.
En cualquier caso, antes de contratar un castillo hinchable para una fiesta privada, o en los pliegos de condiciones para la contratación de las atracciones públicas, en los municipios, debe certificarse no solo que cuentan con un seguro y un informe de ingeniería en cuanto al montaje, también debería solicitarse la documentación de fabricación del producto y su número de registro, para cerciorarse de que se ajusta a la normativa de la UE.
