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martes, 14 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:58

La inundación de la Marjalería, sujeta a un acuerdo jurídico entre ayuntamiento, diputación y el Coto Arrocero

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Los vecinos piden medidas urgentes y afirman que el agua generará millones de mosquitos cuando llegue el calor

La solución a los problemas de inundación de la zona más baja de la Marjalería, está sujeta a una gestión jurídica entre tres administraciones: Ayuntamiento, Diputación y Coto Arrocero y se buscan soluciones de urgencia. Así lo ha comunicado la alcaldesa a los marjaleros en una reunión en la que ellos han afirmado que el agua estancada generará millones de mosquitos cuando llegue el calor, los cultivos y los árboles se pudren y la subida del nivel freático necesita actuaciones inmediatas.

Esperanza Molina/ Castellón Información

 width=Tal como prometió ayer, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, acompañada por el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, y técnicos del ayuntamiento y de Diputación, han visitado la zona de la Marjalería donde se acumula el agua por las últimas lluvias.

Allí se ha reunido con vecinos de la Asociación de la Marjalería, pero también de zonas como La Molinera o Bovar, y con los representantes del Coto Arrocero.

Las denuncias de los vecinos

Los afectados han explicado a la alcaldesa la  width=realidad que viven: el canal central que desagua parte de la Marjalería está roto y de eso ya hace varios años y no se arregla. Eso significa, que el agua inunda las zonas del término municipal. Por lo tanto, el nivel freático de los terrenos sube por encima de lo que sería normal y los motores de desagüe, afirman, no se ponen en marcha.

Si a eso se le suman las lluvias que han caído en Castelló durante la semana de fiestas y el hecho de que las aguas de las partes altas del término municipal de Castelló y del municipio de Benicàssim afloran por decantación en esa zona de la Marjalería, el desastre ya es completo. Pero aún así, insisten, tampoco se ponen en marcha los sistemas de bombeo.

Los marjaleros han denunciado, que esos terrenos no están calificados como humedal, no piden una ‘desecación extrema’, pero si que se busquen soluciones urgentes como la colocación de un sistema de bombeo auxiliar que ayude a bajar el nivel del agua que se está acumulando, mientras se encuentran las fórmulas para reparar ese colector central. Un agua que no fluye, estancada, y que puede generar millones de mosquitos en cuanto suban las temperaturas.

La dificultad jurídica de reparar el colector central

 width=Por parte del ayuntamiento se ha reconocido la existencia de la rotura de ese colector central construido junto a una infraestructura por debajo de la superficie, cuya función es la de absorber el agua sobrante en estas zonas de la Marjalería.

Aunque ¡ojo!, todo cabe comentarlo, la rotura de este colector y de otros sistemas de recogida de aguas, cuya gestión depende del Coto Arrocero, no se debe tanto a una falta de mantenimiento como a la construcción de una vivienda ilegal cuyos cimientos se adentraron en el canal. No es la primera ni la única vez que esas construcciones deterioran el sistema de control del agua en superficie.

Sin embargo, reparar ese colector es mucho más complicado de lo que parece. Por lo pronto se considera que hay tres titulares en la gestión del colector: el Ayuntamiento, la Diputación y el Coto Arrocero. El ayuntamiento tiene dinero para repararlo, pero debería llegar a un convenio o acuerdo con Diputación y con el Coto.

Por otra parte, indicaban fuentes de Alcaldía, el ayuntamiento tiene ya un planteamiento para la reparación de ese colector, pero tampoco es tan sencillo realizarlo, afecta a zonas privadas, pasa por debajo de una vivienda y necesita conveniarlo con las otras dos partes, el Ayuntamiento y el Coto; gestionar cómo se habilita el acuerdo desde el ámbito jurídico y la petición de permisos para poder realizar las intervenciones.

Vecinos y ayuntamiento: si pero no

 width=Así las cosas, los vecinos agradecen la visita de la alcaldesa, pero no se han quedado completamente satisfechos porque esperaban soluciones puntuales, promesas y plazos y lo único que se les ha podido asegurar es que se va a trabajar para resolver el problema.

Por su parte, Fernando Navarro reiteraba a los marjaleros lo mismo que ya había declarado a Castellón Información el día anterior. Esto es, que se quiera o no, los terrenos de la Marjalería son un humedal, que no se puede desecar de forma arbitraria y que los mecanismos de desagüe con tornillos y bombeos responden a un protocolo que se activa de forma automática cuando se dan una serie de circunstancias: Hay alerta oficial de gota fría, precipitaciones mayores a los 10 litros por metro cuadrado en los medidores de diferentes zonas, o cuando llueve y las acequias van al máximo de capacidad.

 width=Y en este sentido, los marjaleros indican que estos protocolos automáticos no lo son tanto cuando los técnicos reconocen que se paran los bombeos por la noche, aunque llueva, porque algún vecino se ha quejado del ruido que producen. También insinuaban que se habían puesto en marcha antes de la visita de la alcaldesa y se habían apagado después de que hubiera abandonado la zona…

Esto no es un humedal, manifestaban, no está recogido por la Generalitat como tal. Vivimos toda la vida aquí, tenemos nuestros cultivos, nuestros árboles… pero el agua estancada lo pudre todo. Si se mantuvieran las bombas unos días seguidos hasta rebajar el nivel freático al punto que toca, conseguiríamos volver a la normalidad…”

Esta tarde, desde La Molinera certificaban a Castellón Información: "Como ves, el motor parado, ha subido el agua 30 centímetros".

La alcaldesa se ha comprometido a estudiar soluciones legales; a reunirse con los vecinos dentro de dos meses para informarles de la evolución de estas soluciones que están en estudio y les ha asegurado que Diputación ya trabaja también para evitar la proliferación de mosquitos en las zonas que se encuentran anegadas por el agua.