Otro Castellón es posible. Y me atrevería a decir que necesario. Hoy hemos celebrado el Debate sobre el Estado de la Ciudad, una cita en la que gobierno municipal y partidos de la oposición hacemos balance y fiscalizamos la acción de la alcaldesa Amparo Marco y su equipo en el último ejercicio. Y el resultado no puede ser más desalentador. En el plano político y de socios de gobierno, en el último año se han acentuado los problemas que ya se habían constatado: los tres partidos del equipo de gobierno funciona como tres departamentos estancos, sin hablar ni compartir información unos con otros, y la alcaldesa, va por libre y al margen de todos. La división es la tónica diaria, y las deserciones, como la que protagonizó el número 2 David Donate, han generado una crisis de gobierno interna sin precedentes en la historia de la ciudad que la alcaldesa resolvió cambiando carteras como el que reparte caramelos en la puerta de un colegio.
Por otro lado, en lo que a gestión se refiere, el resultado no puede ser más escaso. El actual gobierno municipal está empeñado en abrir polémicas y dedicar esfuerzos en lo que ningún vecino le ha pedido (retirar la cruz, reformar y cerrar al tráfico la avenida de Lidón, cambiar el nombre de las calles, quitar de su emplazamiento histórico la escultura de Perot de Granyana de la ruta a la Basílica de la Patrona, reformar la plaza La Paz, cerrar el tráfico del centro, freír a multas a los castellonenses a base de cámaras de vídeo, poner en riesgo inversiones como la reforma de la Pérgola por los enfrentamientos internos…).
Frente a lo que sí dedica tiempo y esfuerzos PSOE, Compromís y Podemos, está lo que reclaman los castellonenses, que no está siendo atendido. La atención sanitaria sigue colapsada, sin las inversiones prometidas y con falta de personal. Ni un solo colegio ha sido inaugurado, tampoco el nuevo conservatorio. La prometida residencia de mayores sigue siendo un solar. No hay Plan General aún, la gestión de Fiestas está intervenida directamente por el gobierno local y la Magdalena fue un caos organizativo. El Patronato de Deportes está en quiebra técnica y las instalaciones deportivas se caen a trozos. No hay ni una sola infraestructura esencial nueva, como la Ronda de Circunvalación o el Corredor Mediterráneo...
Los castellonenses vivimos, y sufrimos, la mayor crisis económica en años, con el agravante de que los precios están disparados y cuesta ya hasta llegar a final de mes. Pero el gobierno de Amparo Marco vive al margen. Ni una sola medida de calado para aliviar las dificultades de los vecinos de nuestra ciudad. El gobierno tripartito siempre busca las culpas fuera de ellos mismos. Pero tras 8 años, los castellonenses ya saben que no hay más responsable que el propio gobierno local de PSOE, Compromís y Podemos.
Por eso, en el debate, hemos presentado nuestra propuesta de ciudad: recuperación de la libertad y respeto a todos los vecinos, piensen como piensen; bajada de impuestos de 10 millones de euros, especialmente del IBI; desarrollo de un plan estratégico para potenciar las fortalezas y la creación de empleo, potenciación del turismo, culminación de las infraestructuras sanitarias, educativas y de mayores que Castellón necesita sin falta, recuperación de la autonomía de fiestas, apoyo al comercio, revitalización del centro de la ciudad. Es hora de devolverle la ilusión a Castellón.
