Han celebrado una representación musical y teatral en la UJI

El Ágora de la Universitat Jaume I fue el escenario del espectáculo musical y teatral La Panderola: de Catarroja a Castelló, un proyecto conjunto del IES Crémor de Castelló y el IES Berenguer Dalmau de Catarroja. La representación simbolizó el cierre de un proceso de hermanamiento educativo que, a lo largo del curso, se ha consolidado como una experiencia de solidaridad, cultura y colaboración entre comunidades escolares.
La actividad se enmarca en el proyecto Promus, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación e impulsado por el grupo de investigación Edarso de la Universitat Jaume I. Su objetivo es fomentar iniciativas que vinculan la música, la educación y la sociedad, promoviendo la creatividad, la inclusión y la participación activa dentro y fuera del aula.
El origen de este hermanamiento se sitúa tras los graves daños sufridos por el IES Berenguer Dalmau a causa de la DANA de octubre de 2024. En respuesta, el IES Crémor inició una serie de acciones solidarias para recaudar fondos y mostrar su apoyo al centro de Catarroja. Lo que comenzó como un gesto puntual de solidaridad se transformó pronto en un proyecto educativo compartido, basado en la empatía, la responsabilidad social y el aprendizaje colaborativo.
Durante el acto, representantes del IES Crémor subrayaron que "ha sido mucho más que una colaboración; ha sido un proceso de crecimiento conjunto, de puesta en práctica de valores reales y de aprendizaje compartido».

Con la participación activa del alumnado, el proyecto ha evolucionado hacia una experiencia de aprendizaje-servicio, en la que la educación trasciende los muros del aula para conectar con la realidad social. Como muestra de continuidad y compromiso, el IES Crémor hizo entrega simbólica de material didáctico al centro hermanado.
La Panderola
El espectáculo La Panderola combinó música tradicional valenciana, memoria histórica y dramatización escénica, recreando un recorrido sonoro y visual por la Catarroja y el Castelló del siglo XX. El repertorio incluyó canciones populares y piezas representativas de la cultura oral valenciana. Participaron alumnado y profesorado de música, artes escénicas, coro, grupo de rock y compañía teatral del IES Berenguer Dalmau, junto al alumnado del IES Crémor.
Inspirado en el histórico tranvía que durante décadas conectó la costa norte valenciana, La Panderola revivió canciones tradicionales interpretadas en directo, acompañadas de una cuidada puesta en escena. El espectáculo destacó tanto por su calidad artística como por el entusiasmo y la implicación del alumnado, verdadero protagonista de la jornada.
El repertorio incluyó piezas emblemáticas como El Sereno, Mareta, La Tarara, Els Titotets, Padrí Ronyós y diversos popurrís temáticos centrados en canciones infantiles, oficios ambulantes y música valenciana, con un homenaje final al grupo Bajoqueta Rock. También se dedicó un espacio especial a las canciones de Catarroja —como Les Anguiles de l'Albufera, La Gamba de les Barraques o El Tramvia de Catarroja— y, como no podía ser de otro modo, a La Panderola, canción de origen castellonense que dio título al espectáculo.
La representación supuso la culminación de un Proyecto de Innovación e Investigación Educativa (PIIE) bienal que desarrolla el IES Berenguer Dalmau desde el curso 2023/24 bajo el nombre 'Catarroja des de les Entranyes'. En él, el alumnado de 1º de ESO realizó un trabajo de campo recogiendo, a través de entrevistas a sus abuelos y abuelas, las canciones que sus bisabuelos escuchaban y cantaban. También recuperaron música de la compositora catarrogense Ethelvina Ofelia Raga Selma y organizaron, entre otras actividades, una exposición sobre la Catarroja modernista.
Uno de los docentes del IES Berenguer Dalmau implicado en la coordinación del proyecto destacó que "haber llegado hasta aquí, después de todo lo vivido, ha sido posible gracias a la fuerza de la comunidad educativa, al maravilloso estudiantado y a la complicidad sincera con el IES Crémor, que ha ido más allá de lo simbólico".
Este hermanamiento educativo pone de relieve la capacidad transformadora de los centros escolares, que pueden convertirse en motores de cambio social y respuesta colectiva ante la adversidad. Una experiencia que ha reforzado los lazos entre alumnado y profesorado, y que recuerda que educar también es construir comunidad.