La edición, reducida y limitada por el virus mantiene su espíritu de divulgación turística en una ciudad abierta al mar
Esta mañana se ha presentado en el puerto de Castellón la tercera edición de Escala a Castelló, un evento marinero, que ha situado a la ciudad ya en el mapa internacional del turismo relacionado con el Mar. La presentación se ha realizado delante de la réplica de la Nao Victoria, la primera nave que circunnavegó el planeta al mando de Magallanes y Elcano. Escala a Castelló se celebrará entre el 8 y el 22 de octubre. Las naves se podrán visitara de forma gratuita
Esperanza Molina/Castellón Información
La Nao Victoria, la réplica de la primera nave que dio la vuelta al mundo en la expedición española de Magallanes y Elcano, ya se encuentra amarrada en el Puerto de Castellón para participar en la tercera edición de Escala a Castelló.
Escala a Castelló se mantiene pese a las circunstancias, con una oferta limitada que este año no podrá ofrecer ni mercadillo ni desfiles, pero si la visita a dos grandes navíos históricos, la Victoria y El Galeón. La nave mítica del Quinto Centenario y la réplica del Galeón Manila que surcó el Pacífico, entre América y Filipinas, durante 200 años.
La presentación de la III escala a Castelló se ha realizado esta mañana en el Puerto de Castelló, delante de la Victoria. Un día ventoso, con mar agitado y amenaza de lluvia, que estimulaba la imaginación. ¿Cómo pudo esa pequeña nave realizar tal proeza y con medios tan rudimentarios como los de hace 500 años?
Han participado en la presentación el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafa Simó, y la concejala de Turismo, Pilar Escuder, acompañados por parte de la tripulación de la Nao Victoria.
Y el momento ha tenido un encanto especial, mientras la nave cabeceaba en el mar, y con el rugido del viento en los mástiles.
En el aspecto positivo, cabe destacar que la capital de la Plana no ha querido renunciar a su escala a Castelló, pese a que esta edición es una mínima estampa de un ambicioso programa que contaba también con el patrocinio de la Unesco. Se suspendió en la semana de Pascua, en plena declaración del estado de alarma, pero aún así se celebra, aprovechando fechas muy señaladas en el territorio autonómico y nacional; por no hablar de un espléndido ‘puente’ festivo, que seguramente volverá a atraer hasta Castellón a todos los amantes del mar.
Esta Tercera Escala a Castelló se celebra entre el 8 y el 22 de octubre, desde las 10.00 hasta las 20.00 horas. y lo hace como una apuesta turística, con el fin de mantener la marca que, en solo dos años se ha consolidado ya como un evento internacional del mayor prestigio.
Las limitaciones de Escala Castelló 2020 son las obligadas para mantener la seguridad sanitaria en tiempos de la pandemia de Coronavirus.
“La Covid-19 hizo imposible el desarrollo de esta edición en abril tal y como estaba ideada en un principio, con numerosas embarcaciones participantes, pero optamos por reorientar el planteamiento inicial para garantizar, por lo menos, que pudiéramos celebrar una edición especial con el objetivo de consolidar un festival que ya ha situado a Castelló en el mapa de los festivales marineros internacionales”, ha explicado la alcaldesa. “En momentos difíciles es importante seguir apostando por eventos como este y lograr un año más anclar el nombre de Castelló al mundo de las tradiciones marineras”.
Amparo Marco manifestaba: “Hemos trabajado para garantizar la celebración de una edición que hiciera compatible la seguridad con la visita a los barcos y se tomarán las medidas de protección de la salud pertinentes. Es absolutamente imprescindible que todos pongamos de nuestra parte para evitar riesgos”.
Aunque en este caso faltará mucha de la espectacularidad de las dos ediciones anteriores, La Victoria y El Galeón podrán ser visitados por el público, con entrada gratuita. Durante las visitas guiadas por las embarcaciones históricas, habrá actores que recrearán costumbres de la época. Todo dentro de la zona controlada y acotada para no propiciar ninguna concentración y con itinerarios marcados.
Las visitas serán gratuitas, aunque será obligatorio realizar una reserva para garantizar el control del aforo a través de internet en la página web de Escala a Castelló: www.escalaacastello.com.
En el acto de presentación, el secretario autonómico de Turismo ha destacado que “Castelló ha encontrado una línea de trabajo muy acertada en las ferias marineras, que ha consolidado durante tres años con Escala” y ha incidido en que “la marca se cuida especialmente cuando las cosas van mal, por eso es tiempo de seguir construyendo arquitectura de marca, con atributos y valores como el de la seguridad para incorporarlo a la imagen de un destino”.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria ha resaltado “la colaboración y el apoyo del puerto en todas las acciones encaminadas a acercar el puerto a la ciudad y la ciudad al puerto”. “Gracias al Ayuntamiento se puso al puerto en el mapa del turismo y en esa línea seguimos trabajando, especialmente este año tan complejo”, ha resaltado Simó.
Así mismo, la tripulación de la Nao Victoria ha ensalzado la hospitalidad y las excelencias de la ciudad de Castellón, donde siempre han sido muy bien acogidos por un público fundamentalmente familiar, y han entregado una metopa conmemorativa a la alcaldesa, Amparo Marco, al presidente de la Autoridad Portuaria, Rafa Simó y al secretario autonómico de Turismo, Francésc Colomer.
La Nao Victoria, que ha recorrido todos los mares, coincide con Escala a Castelló en la promoción de la cultura náutica de un país que llegó a dominar el Pacífico, al que internacionalmente se lo denominaba como ‘El lago español’. Una cultura muy olvidada y en un país que le ha dado la espalda al mar, quizá por las leyendas negras que promovieron sus mayores rivales en la lucha por convertirse en potencias náuticas, como lo fueron los portugueses o los ingleses.
En ambos países el mar forma parte de su cultura, como lo es de la cultura española. El reto está en recuperar aquellas tradiciones para poder comprender la realidad actual de aquella España donde nunca se ponía el sol.
