Castellón cerró en el segundo semestre 2.166 operaciones de compraventa de pisos alcanzado los nuevos inmuebles un precio de 1.383 euros/m2
Ramón Pardo/Castellón Información
El precio de la vivienda nueva crecerá en torno al 4 por ciento en 2022, el doble de lo que lo hizo este año. De esta forma el sector inmobiliario se configura como uno de los activos que no ha perdido valor, incluso se ha revalorizado en estos casi dos años de pandemia. La vivienda de nueva planta fue en este año en curso, y lo seguirá siendo en el próximo, un valor refugio en medio de un panorama económico incierto, como confirman expertos del sector.
Esa tendencia que detecta un informe del portal pisos.com, la confirma la evolución de las operaciones de compraventa de viviendas en la provincia de Castellón, que en el segundo trimestre de este año ya había vendido 2.166 compraventas, de acuerdo a los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad de Castellón. Informe que recoge también un ligero incremento del precio de la vivienda nueva que ronda los 1.383 euros el metro cuadrado, un 23,4 por ciento más que hace un año.
Estos datos coinciden con la resiliencia que ha mostrado el sector inmobiliario en los meses de pandemia, que sirven de base al director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, a afirmar que “la vivienda ha sido uno de los bastiones de resistencia frente a otros sectores que todavía tardarán en retomar los niveles anteriores a la irrupción de la Covid-19”. Y añade que, pese a que los informes de las instituciones económicas posponen al segundo semestre de 2022 la recuperación de la economía española, la actividad inmobiliaria lleva ventaja.
Font considera que estamos en “un buen momento para comprar” pisos porque “hay mucha liquidez y los tipos de interés son muy bajos”. Todo ello, en un contexto que los inversores sopesan invertir ahora para no perder poder adquisitivo por la inflación y, además, para esquivar los retrasos que la falta de materiales puede generar en la oferta de nuevas viviendas.
Sin embargo, fuentes del sector inmobiliario descartan que ese buen momento que atraviesa la venta de viviendas no suponen caminar hacia una nueva burbuja, más bien responden “al interés por destinar el ahorro acumulado al patrimonio inmobiliario”, lo que, Font, entiende como “la respuesta lógica de la demanda retenida durante el coronavirus”.
