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sábado, 11 de mayo de 2024 | Última actualización: 01:49

Castellón rechazará en pleno la petición para que se silencien totalmente las campanadas de las iglesias

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La ordenanza municipal ya las prohíbe durante la noche, pero el vecino quiere que tampoco puedan escucharse durante el día

El ayuntamiento rechazará en el pleno del jueves la petición para que se silencien permanentemente las campanadas de las iglesias de Castello. La propuesta ciudadana será presentada por Ernesto Doménech, “porque molestan”. Castelló ya tiene una ordenanza que silencia las campanadas por la noche. Domenech afirma que durante el día “también impiden el descanso”

Esperanza Molina / Castellón Información

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Castellón ha dado luz verde para que llegue a pleno la presentación de la propuesta ciudadana que solicitará que se silencien permanentemente las campanas de las iglesias de la ciudad. Pero de la misma manera, no accederá a lo que pide.

La solicitud, que cumple escrupulosamente con todas las condiciones para poder ser expuesta en el pleno, ha sido presentada por un vecino que se llama Ernesto Doménech. Lo hace en nombre propio y no en representación de ningún colectivo.

Y según afirmaba a Castellón Información, no tiene segundas intenciones ni pretende posicionarse en conflictos religiosos o políticos. “No es una petición ideológica ni religiosa, hubiera sido igual si fuera una mezquita o una discoteca”.

 width=Indicaba que la iniciativa surgió porque “vivimos junto a una iglesia y las campanadas nos molestan para descansar”; y es entonces cuando decidieron plantear la propuesta de que se silenciaran o se regulara el volumen de las campanadas.

 width=Doménech, profesor de primaria y autor de tres novelas de ficción, comenzó a buscar información sobre este tema. No es la primera vez que se plantea, afirmaba, de hecho, hay países como Bélgica Suiza u Holanda donde se ha dado la razón a los vecinos. En España, en cambio, comentaba, hay un poco de todo.

En su petición afirma, que las campanadas de las iglesias superan los decibelios permitidos, por lo que, bien mirado, podría suponer una competencia desleal frente a otros negocios o comercios.

Y es que, Doménech no pide el silencio de las campanadas durante la noche, algo que el Ayuntamiento ya tiene regulado. Sino también durante todo el día “porque molestan”.

Doménech también argumenta su propuesta por el hecho de que “Las campanadas de las iglesias suponen un gran problema para el descanso de los vecinos. No aportan nada, dado que todo el mundo tiene acceso a saber la hora por otros medios y es un agravio comparativo con el resto de los vecinos y locales comerciales que no pueden exceder los 35 decibelios, cuando las campanas los exceden ampliamente”.

También es consciente de que su planteamiento generará repercusiones a favor o en contra, pero entiende que promover este dilema no es dañino y servirá para que se pueda debatir a favor o en contra de lo que solicita.

Pero Doménech no podrá presentar por si mismo la propuesta en el pleno del jueves. Ese día y a esa hora él estará trabajando, por lo que solicita que sea otra persona quien lo represente.

 width=Fernando Navarro será el concejal encargado de atender su demanda y de responderle en el pleno, que será presencial para políticos y técnicos.

Según ha confirmado Navarro, el ayuntamiento valora la petición ciudadana pero no la va a respaldar.

Es cierto, afirmaba Navarro, que el ayuntamiento se autodefine como una institución laica, pero también, indicaba, que la cultura de las campanadas de los campanarios va más allá de lo religioso y de las iglesias.

De aceptar esta propuesta, las iglesias no podrán llamar al culto, pero tampoco podrían sonar, como hacen ahora, para llamar a fiesta, para conmemorar procesiones, rogativas, o incluso, para llamar la atención cuando el tañido se realiza contra la violencia de género.

En cualquier caso, podría suceder que, si este ciudadano presentara una queja formal contra las campanadas de un lugar en concreto, habría que atender su demanda, mandar a la policía local a su casa y medir desde allí si las campanadas superan los límites permitidos de 65 decibelios.