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domingo, 28 de abril de 2024 | Última actualización: 18:46

Amago de suspenso del pleno que despidió a Castellón, condenó la Cruz del Ribalta y protagonizó Ali Brancal

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La alcaldesa cuestionó el término ‘podemitas’, el Pacto del Grao cedió competencias a Ruiz y el comando ‘asalta-azoteas’ puso la puntilla

Pleno ordinario del Ayuntamiento de Castellón con cord de broncas, amagos de suspender la sesión o desalojar la sala, y con decisiones tan sonoras como la de eliminar Castellón para que el topónimo se quede sin ‘n’. La Cruz del Ribalta recibió su condena, al menos en apariencia, porque el equipo de Gobierno deja en manos de la concejal de Cultura su ‘retirada’, después de que 'el comando asalta-azoteas’ pusiera su sello de identidad. Pleno de broncas y réplicas, que protagonizó, de principio a fin, la vicealcaldesa de Castellón y las demandas del Código de Buen Gobierno.

Esperanza Molina/ Castellón Información

Ali Brancal y Amparo Marco

El pleno ordinario del Ayuntamiento de Castellón del mes de noviembre no llevó a votación la aplicación del Código de Buen Gobierno sobre la vicealcaldesa de Castellón, aunque el Grupo Municipal Popular se encargó de que Ali Brancal fuera la gran protagonista de la sesión.

Y lo hizo con mucha sorna y con una enorme carga de ironía. Se produjo en  cada intervención de los populares, cuando iniciaron o cerraron sus intervenciones con frases como: “Son las 18:60 de la tarde y la alcaldesa todavía no ha cesado a Ali Brancal con la aplicación del Código de Buen Gobierno”.

Pero la vice alcaldesa se sentía la reina de Java, o al menos lo parecía. Posó para los fotógrafos, de frente, de perfil, haciendo caras, y con aquello de “no me saquéis mucho el culo”.

El pleno comenzó con retraso. Los portavoces municipales se reunieron de forma extraordinaria tras la aparición de nuevas pintadas en la Cruz del Ribalta que, en esta ocasión, atacaban también a la alcaldesa.

Toma de posesión de Juan Ramón Vicent

Fue el pleno de la toma de posesión del nuevo concejal de Ciudadanos, Juan Ramón Vicent, una vez que la secretaria leyó en voz alta que cumplía con todos los requisitos, incluida la promesa de que cumpliría el Código de Buen Gobierno Municipal.

Pero también un pleno cargado de emociones y broncas, que se sucedieron durante toda la sesión.

El término ‘podemitas’, una falta de respeto

La primera se produjo cuando Salomé Pradas, concejal del PP, indicó a los ‘podemitas’ (nombre con el que coloquialmente se alude a los seguidores de Podemos), para culparlos de las medidas de control acústico y restricción de ruidos y horarios en diferentes zonas de Castellón. Marco la llamó al orden, porque consideraba que estaba faltando el respeto a los concejales de CseM.

Castellón eliminado, y rebote por las acusaciones de García

Ignasi Garcia pleno Castellon 291118

Y es que, durante la sesión, la alcaldesa llamó la atención a diestro y siniestro, y amenazó incluso con suspender la sesión.

Fue cuando salió a colación el punto en el que se rechazaba las alegaciones presentadas y se procedía a la aprobación, por mayoría (con los votos del Pacto del Grao), del cambio de nombre de la ciudad, para que deje de ser bilingüe y adopte solo su topónimo en valenciano: Castelló.

Dejando a un lado los argumentos, a favor y en contra, de las que este diario se ha hecho eco repetidamente durante los últimos meses, la bronca se produjo cuando, en la defensa del cambio de topónimo, Ignasi García, concejal de Normalización Lingüística, indicó durante su discurso, que los ‘expertos’ e historiadores habían recibido amenazas por su informe. Lo dijo de tal manera, que la oposición se sintió atacada como si hubieran sido ellos los autores de estas referidas amenazas.

Si hace unos días, Ignasi García indicaba que las alegaciones habían sido promovidas por la extrema derecha, en el pleno de anoche, volvió a atacar a los grupos de: PP, Ciudadanos y VOX (cuyos representantes también seguían la sesión). García reiteró que la derecha tenía que pedir perdón.

PP y Ciudadanos se rebotaron, pidieron a la alcaldesa que llamara al orden a García, y que se retractara de sus acusaciones. Marco no se dio por aludida, García continuó y tanto la portavoz del PP como el de Ciudadanos, cuestionaron en voz alta al concejal García y a la alcaldesa.

Marco explicó que ella no había entendido que se hubiera faltado al orden y que el concejal García no los había insultado directamente. No opinaron lo mismo los concejales de PP y CS, y Vicente Vidal, incluso, abroncó a la alcaldesa e hizo amago de abandonar la sala, mientras Marco pedía respetoamenazaba con suspender la sesión o desalojar la sala.

Todo un espectáculo

Mientras el PP, de forma más comedida, desmontaba las apreciaciones que respaldaban a los concejales del Pacto del Grao en el cambio de topónimo, Vicente Vidal escenificó sus argumentos, en los que explicó la historia del Fascismo y el origen del movimiento fascista, que dijo, representaba a la izquierda nacionalista.

La alcaldesa abría los ojos como platos y hacía amagos por cortarlo. Vidal no se dio por aludido, y desde sus bancadas, las caras de Ignasi García y los concejales de Compromís, como las de Xavi del Señor y los de Castelló en Moviment, o las del PSOE, eran todo un cuadro. García pidió intervenir por alusiones, pero no lo hizo. La alcaldesa solo quería que no se le descontrolara más la sesión en la que pedía respeto por activa y por pasiva.

Se aprobó con los votos de PSOE, CseM y Compromís. PP y CS votaron en contra

Prohibidas las casas de apuestas cerca de los colegios

En Despacho extraordinario, se aprobó por unanimidad la moción de Ciudadanos para que se prohíba la apertura de casas de apuestas en las inmediaciones de centros escolares y juveniles.

Regulación de los Clubes de consumo de cannabis 

Salió adelante, por mayoría, con los votos a favor de CseM, Compromís y Ciudadanos, la moción de Castelló en Moviment y Compromís, para la regulación de los clubs sociales de cannabis y elaboración de un código ético de buenas prácticas.

La defensa de la moción, por parte de Xavi del Señor, de CseM, dio una de cal y una de arena, pero se convirtió, sobre todo, en una crítica hacia el PSOE del que dijo, les había paralizado la propuesta en varias ocasiones.

El discurso de Ignasi Garcia, portavoz de Compromís, fue mucho más comedido y bastante bien hilado.

El fondo de la cuestión no era si legalizar o no el consumo de cannabis, sino la regulación de puntos de venta y consumo, de forma que se pueda controlar tanto la producción como el uso de la sustancia, y también facilitar su aplicación en usos terapéuticos. PP y PSOE se abstuvieron.

Veronica Ruiz y Lorenzo Pleno Castellon 291118

Ruiz asume el reto de ‘retirar’ la Cruz del Ribalta

Todavía quedaba pendiente el punto 3 de Despacho Extraordinario con una moción de los Grupos Socialista, Compromís y Castelló en Moviment, para la retirada de la Cruz de los Caídos del Parque Ribalta.

Para comprender lo que pasó en el pleno, cabe hacer referencia a los antecedentes inmediatos:

La ‘retirada’ de la Cruz del Ribalta era uno de los puntos incluidos en el Pacto del Grao a principio de legislatura.

Los tres grupos del Pacto del Grao afirmaron desde el principio, que se trataba de un símbolo franquista.

Pero mientras CseM y Compromís eran partidarios de derribarla en esta legislatura y fijar una fecha a corto plazo, el Grupo Municipal Socialista entendía que necesitaba una seguridad jurídica para proceder a su ‘retirada’. Las malas lenguas, como les dijo el portavoz de Ciudadanos, Vicente Vidal, en el pleno, apuntaban también, a que “los devotos podían retirarles sus votos”.

Y, por último, como recordaron CS y PP, hay una parte de la sociedad de Castellón que entiende que la Cruz es un elemento religioso que perdió su identidad como símbolo franquista con la democracia, cuando se retiraron las inscripciones para convertirlo en un homenaje de todas las víctimas de la Guerra Civil Española.

Cruz Parque Ribalta pintadas

Así las cosas, la Cruz del Ribalta levanta pasiones a favor y en contra, tal como se evidenció en el pleno y en el contenido del debate. Y fueron las emociones las que provocaron la última bronca de la jornada.

La alcaldesa pidió a todos los intervinientes que guardaran el mayor respeto y no se excedieran.

El portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, contó la historia de su abuela y la represión franquista de su bisabuelo. Fue una historia contundente, cargada de emociones que no dejó indiferente a nadie…

Pero cómo les recordaron los concejales del PP y de Ciudadanos, la Guerra Civil se llevó por delante a las víctimas de los dos bandos, y son todas ellas las que están representadas en ese monumento.

El concejal del Grupo Socialista, Rafa Simó, ponía sobre la mesa que siempre habían estado de acuerdo, pero que las formas no eran las mismas... Es decir, no solo era una cuestión de ‘retirar o no’, sino de tramitar adecuadamente la retirada porque no contaban con la seguridad jurídica que necesitaban.

Frente a esta exposición, la concejal de Cultura confirmaba que el equipo de Gobierno había dado un paso adelante. Esto es, delegarán en la concejal de Cultura, Verónica Ruiz, para que sea ella la que, de forma personal e institucional, lleve adelante, y bajo su responsabilidad, esta retirada.

Compromís y verónica Ruiz aceptaban el reto sin reservas.

Cruz Parque Ribalta pintadas

De nada valió que el concejal del PP, Vicent Sales, les recordara que sus familiares también fueron víctimas del franquismo, pero que no podían atentar contra un símbolo religioso, que no franquista, porque no estaba recogido como tal. Que les trajera a la memoria, que tanto la ley como los informes oficiales ponen de manifiesto, que no se han producido manifestaciones franquistas delante de la Cruz, durante los últimos años, que justificaran su retirada.

O que señalara, con mucha ironía: “¡Hasta para tirar una cruz hay que ser valiente! Hagan ustedes lo que quieran, tienen mayoría, pero no monten este sainete… La concejal de Cultura dice que la tira pese a quien pese, el concejal de Urbanismo dice que sí, pero que sin informe jurídico no, y sus socios del ‘comando asalta-azoteas’ les hacen las pintadas hoy, que se debate el tema”.

Sales también trajo a la memoria el derribo de la iglesia de Santa María por mandato municipal y la situación e las víctimas que también fueron fusiladas en nombre de la República.

Eran momentos tensos que no se cerraron con estas intervenciones. Había demasiadas heridas abiertas y muchas acusaciones sobre la mesa.

Y fue la última bronca de la jornada, cuando la alcaldesa, Amparo Marco, abogó por las víctimas del franquismo al tiempo que recordaba que su partido siempre las había defendido. “Todos tenemos en nuestra familia historias de familiares como los suyos, dijo refiriéndose a Xavi del Señor”, para recordarle que primero había que cumplir la ley. Y añadió también: “Desde hace muchos años los socialistas hemos defendido la Memória Histórica y rendido homenaje a las víctimas en el cementerio y yo no lo he visto allí durante todos esos años”. “Yo no tengo miedo a cumplir la Ley de Memória Histórica, pero hay que cumplir la ley”.

Del Señor pidió la palabra por alusiones, la alcaldesa no se la concedió y uno y otro marcaron un agrio intercambio de palabras.

La moción salió adelante con los votos a favor de PSOE, Compromís, y Castelló en Moviment y en contra de PP y Ciudadanos.

Última andanada para pedir el cese de Brancal

En Ruegos y Preguntas, la portavoz del grupo Municipal Popular, Begoña Carrasco, tomó la palabra para recordar que su grupo lleva pidiendo desde hace meses a la alcaldesa que aplique el Código de Buen Gobierno sobre la vicealcaldesa, Ali Brancal. Carrasco preguntó a Marco, si, tras el informe de la secretaria pensaba hacerlo.

Pero Marco no entró al trapo, eludió la pregunta y le dio la palabra, en contestación, a Ignaci Garcia. En este tema, más de lo mismo.