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miércoles, 4 de diciembre de 2024 | Última actualización: 21:20

El futuro del sector citrícola español pasa por dar servicio y trabajar los sábados, como tantas otras industrias

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Las subidas salariales globales reclamadas, más las propuesta de mejora para las diferentes categorías profesionales, son inasumibles: encarecerían las horas estructurales (horas extra) un 217% en las de mayor subida y un 31% en las de menor aumento 

Trabajar en sábados y festivos, respetando los descansos y la jornada semanal de 40 horas, es imprescindible para no seguir cediendo cuota ante la oferta más barata de Marruecos, Egipto o Turquía, con costes laborales y de producción hasta diez veces más bajos que los españoles

Desde el pasado 3 de octubre la parte social -UGT y CCOO- y la empresarial (Comité de Gestión de Cítricos, CGC -que ostenta la mayor representación- y la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la CV) se han reunido cuatro veces para pactar el Convenio Colectivo de Manipulado y Envasado de Cítricos. Este acuerdo es el que debe regular las condiciones laborales de más de 55.000 trabajadores en la Comunidad Valenciana pero su repercusión afecta al conjunto del sector, pues no en vano desde esta región se confeccionan y se expiden el 70% de los cítricos en fresco de todo el país.

"Tras suspender la parte social hasta dos citas, en este tiempo hemos sufrido el mayor desastre natural del presente siglo, con daños humanos y materiales incalculables derivados de la DANA del 29 de octubre, a lo que cabría añadir hasta tres semanas en los que las lluvias han paralizado la recolección y comercialización. Y tras solo cuatro encuentros ya se ha anunciado un huelga para primeros de diciembre, el mes donde nos jugamos el devenir de toda la campaña. Los sindicatos no quieren negociar, han de-mostrado que quieren aprovecharse de las circunstancias y debilidades del conjunto del sector", señala a este respecto la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu.

La principal reivindicación del comercio privado ha sido rechazada: los almacenes necesitan trabajar los sábados y algunos festivos, respetando siempre los prescriptivos descansos y la jornada semanal de 40 horas, para así preservar el servicio, que es su principal arma competitiva para hacer frente a la oferta más barata de Egipto, Marruecos y, en momentos puntuales de solapamiento en contra-estación, de Sudáfrica.