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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 11:59

El Fadrí, la historia del emblemático campanario de Castelló

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La construcción de este icono patrimonial de la ciudad arranca en 1591, y se prolongó hasta el año 1604 realizándose en tres fases

El Fadrí es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Castelló. Esta torre campanario, situada en la Plaza Mayor, está separada de la iglesia de Santa María, a diferencia de lo que ocurre en otros campanarios. De ahí su nombre ‘fadrí’, que en valenciano significa ‘soltero’. Posee una altura de 58 metros, y a través de su escalera de caracol de aproximadamente 200 escalones, se puede acceder a diferentes salas como la cámara del reloj, la prisión de eclesiásticos, la vivienda del campanero, el campanario -provisto de ocho campanas- y la terraza, desde donde hay unas vistas privilegiadas y una panorámica espectacular de toda la ciudad.

Castelló 1915

Construcción del Fadrí

La construcción de este icono patrimonial de Castelló arranca en 1591, y se prolongó realizándose en tres fases hasta el año 1604. La primera fase de este proyecto comenzó a cargo de los maestros Pierres Romà y Johan Fraix, con la piedra picada y sobriedad decorativa como características técnicas, y los rasgos del estilo desornamentado o arquitectura herreriana, que desde finales del siglo XVI caracterizaba a la arquitectura española. Pero al poco tiempo del inicio de las obras, se canceló el contrato por discrepancias con el Consell.

La nueva adjudicación llegó en 1583, y la tomó un equipo formado por Francesc Galiança, Guillem del Rei y Marc Volsanyes, quienes se encargaron de las labores burocráticas y de revisión de la obra. El trabajo corrió a cargo de los picapedreros valencianos Joan Castellano y Pere Cosali; por otra parte, Antoni y Joan Saura, padre e hijo, labradores de Morella, se encargaron del transporte del material.

Tras los problemas del Consell por no poder asumir el peso de la obra, se inició una tercera y última fase de obras en el 1601 con un equipo formado por el carpintero Miquel Borda; los maestros canteros Martí de Mendoza y Joseph Martí; el herrero Baptista Monsén; y los campaneros Bernabé García y Pere d’Amposta. La obra se dio por finalizada oficialmente en el año 1604, según consta en la clave de bóveda de la escalera.

El interior del Fadrí

El acceso al campanario se realiza a través de una pequeña puerta adintelada, con un frontón rectangular que tiene cincelados los escudos del Reino de Valencia y las Torres de Castelló. A continuación, una escalera de caracol con 188 escalones conduce hasta la cúspide pasando por sus otras cuatro estancias. 

Como se ha comentado antes, a través de las escaleras de se puede acceder a la cámara del reloj, que acoge la maquinaria de un reloj mecánico que data de 1850; la prisión de eclesiásticos, que cuenta con una ventana enrejada y una letrina con un canalón que conecta con el exterior, además de una pintura de la Sagrada Familia; la vivienda del campanero; y el campanario, que alberga ocho campanas de volteo cuyos nombre son Dolors, Joaquina, Cristina, Victoria, Jaume, Àngel, Vicent (que despierta a los castellonenses a las 6 de la mañana el día de la Romería de la Magdalena) y María.

Desde la cuarta estancia se accede a la terraza, donde además de unas vistas privilegiadas de la ciudad Castelló también se puede observar un capitel de planta triangular que en su interior alberga tres campanas más. Tafol, la más antigua de todas, que data del año 1604, y que desde entonces es la que da las horas; acompañada de Ana y Lledó, encargadas de dar los cuartos.

Las campanas del Fadrí

Lo más importante de un campanario es evidente que son sus campanas. A día de hoy estas no tienen la función fundamental para la población que tenían antaño, ya que su principal utilidad en pleno 2023 es más bien simbólica.

En su momento, las campanas del Fadrí tenían una función religiosa, para convocar a los creyentes o anunciar diferentes acontecimientos religiosos; civil, tenían una función básica, ya que servían para marcar las horas; y militar, a día de hoy innecesaria, pero presente en la memoria de los que vivieron la guerra civil. Las campanas se utilizaban para avisar de un posible ataque enemigo, y en los siglos XVI, XVII Y XVIII, para comunicar la presencia de barcos piratas en la costa.

NombreAñoPesoAfinación
Tafol16043.500 kgSOL
Lledó193964 kgSOL
Jaume18251.487 kgRE
Joaquina1700184 kgRE
Vicent1786600 kgSOL
Victòria1966360 kgSI
Àngel17902.003 kgDO
Maria1789875 kgFA
Cristina1673223 kgDO
Dolors182460 kgSOL
Anna1921320 kgFA