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Abrir las puertas al conocimiento de los orígenes de los primeros pobladores de la provincia, y hacer más accesibles las cuevas rupestres de la Valltorta-Gasulla, pertenecientes a localidades como Ares del Maestrat, Tírig, Albocàsser o Les Coves de Vinromà. Ese es el doble objetivo que sigue la Diputación de Castellón al anunciar una nueva línea de ayudas regladas dirigidas a estos bienes declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, para fomentar su conservación, difusión y dinamización.
El presidente de la Diputación, Javier Moliner, ha comprobado hoy la accesibilidad de la nueva pasarela de unión entre la Cova Remígia y el Cingle de La Mola en Ares del Maestrat. "Trabajamos en dar acceso al conocimiento de nuestros más remotos orígenes, a seguir poniendo en valor estos lugares y que ello repercuta en nuevas oportunidades de desarrollo para nuestros pueblos. Éste es uno de los lugares más emblemáticos de la riqueza patrimonial que tiene el interior de la provincia y que debe ser motor de oportunidades para una mejor calidad de vida de los vecinos de la zona, y una oportunidad para salir adelante y consolidar población durante todo el año".
Cabe recordar que la Cova Remígia forma parte del Parque Valltorta-Gasulla que presenta la mayor concentración de arte rupestre levantino. Concretamente, es un abrigo de 20 metros de longitud por 7 metros de altura y 9 metros de profundidad máxima con más de 750 figuras de muy diversa temática. La Mola Remígia se sitúa en el mismo farallón que la Cova Remígia separada unos escasos 36 metros, en ella la temática predominante de las pinturas es la representación de la fauna.
Una nueva pasarela que acerca el conocimiento
En ese mismo sentido de mejorar la accesibilidad a las pinturas rupestres se dirige la pasarela de unión entre la Cova y el Cingle de la Mola Remígia que hoy se ha inaugurado. Gracias a esta nueva infraestructura, la distancia entre ellas queda reducida a 36 metros y no los más de 500 metros que había que recorrer a través de un tortuoso sendero subiendo y bajando grandes desniveles. Con esta solución constructiva, ambos conjuntos de pinturas quedan unidos por una plataforma al mismo nivel que permite a los visitantes dar una continuidad a la visita, así como se consigue que todas las pinturas queden protegidas por un único vallado facilitando las labores del guía, tanto didácticas como de vigilancia.
Cabe también resaltar la gran mejora de la accesibilidad que se consigue con la instalación de la pasarela ya que una vez instalada la misma el tránsito entre la Cova y el Cingle de la Cova Remigia se puede realizar con total comodidad y seguridad.
