Los trabajos de reorganización del material de la exposición, así como la mejora de instalaciones están en su recta final. La visita de las instalaciones seguirá siendo gratuita y continuará la opción de visitas para grupos desde la oficina de turismo.
Clara Parra Roncero
La concejalía de Cultura, que dirige Alberto Ibáñez, sigue avanzando en la ejecución del Plan Estratégico de Museos que se estableció como hoja de ruta para renovar, modernizar y homogeneizar los espacios museísticos de la localidad. Uno de los entornos que se están renovando dentro de este plan es el museo etnológico del paraje del Termet donde se ha hecho una reorganización y clasificación del material, se ha habilitado una zona para actividades de difusión, y se han desarrollado trabajados de limpieza y pintura.
Y es que desde hace unos meses se está trabajando desde el departamento de Cultura municipal para hacer de este un espacio más dinámico y atrayente con la incorporación de una sala de actividades pedagógicas, para acercar el mundo de la etnología a los visitantes, mientras que la sala principal se centrará, a partir de ahora, en muestras temporales especializadas temáticamente para mejorar su comprensión. Así, está previsto que el espacio acoja, en su apertura al público durante el mes de noviembre, una muestra centrada únicamente en el mundo de la naranja. Además, el museo seguirá contando con una exposición permanente de cerámica, que estará organizada por etapas.
En cuanto al horario de apertura, Cultura estudia ahora las distintas opciones que serían factibles, ante la escasez de personal y la imposibilidad de ampliar plantilla, por lo que no descartan poder centrar parte de las nuevas vila-becas, que sacará el Ayuntamiento próximamente, a gestionar este asunto. La intención, en principio, sería abrir el máximo de días posibles aunque los interesados en visitar las instalaciones ya lo pueden hacer si se forman grupos de diez personas a través de la oficina de turismo municipal, recuerda el edil.
El objetivo del concejal de Cultura, Alberto Ibáñez, es unir a este triángulo museístico del Termet, en el que estarían el museo etnológico, el Azud y la casa-museo de Llorenç Poy, la recuperación del antiguo molino hasta donde se han trasladado todas las piezas del museo etnológico vinculadas con el agua.
Espacio de gran valor
El museo etnológico de Vila-real fue instalado en el ermitorio de la Virgen de Gracia en 1986 y conserva todavía una decoración con losetas y zócalos de cerámica de estilo renacentista y barroco. El inmueble cuenta con una importante colección etnológica vinculada a actividades artesanales, agrícolas, indumentaria, costumbres o creencias que conforman la identidad cultural valenciana.
