La formación advierte que la falta de aparcamiento y de un plan de movilidad podría hundir al comercio local y bloquear la ciudad
La remodelación de la Plaza de Toros de Elda ha generado duras críticas por parte de Ciudadanos, que considera el proyecto “una chapuza millonaria” que amenaza la movilidad urbana y la economía del centro. La formación asegura que el Ayuntamiento ha descartado la construcción de un aparcamiento subterráneo y no ofrece alternativas reales de estacionamiento, lo que comprometería la gestión de eventos y afectaría al comercio y la hostelería local.
Ciudadanos sostiene que el proyecto carece de estudios sólidos, no ha consultado al sector comercial y omite la planificación de la movilidad. La formación advierte que la ausencia de aparcamiento dificultará conciertos, ferias y otros eventos, reducirá aforos y generará un aumento del aparcar irregular, conflictos vecinales y problemas de circulación. Además, alertan de la falta de zonas logísticas para carga, descarga y evacuación, esenciales para garantizar la seguridad en eventos de gran aforo.
Entre las exigencias de Ciudadanos figura la publicación inmediata de informes técnicos, la revisión del proyecto para incluir un aparcamiento subterráneo o alternativo, y la habilitación de soluciones temporales de movilidad que eviten el colapso de los barrios cercanos. La formación también reclama itinerarios accesibles, zonas logísticas definidas y un plan de protección del comercio local.
Araceli De Moya, coordinadora autonómica de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, ha calificado la actuación del Ayuntamiento como “una barbaridad política”, comparando la obra con construir un aeropuerto sin pista. Ha exigido explicaciones, responsables identificables y una rectificación urgente, señalando que la Plaza de Toros sin aparcamiento es un “sinsentido” que pone en riesgo a los vecinos y al comercio.
Por su parte, Pepe Poveda, coordinador provincial de Alicante, ha advertido de consecuencias “para décadas” si no se corrige el proyecto. Ha insistido en que sin aparcamiento no habrá actividad, sin actividad no habrá comercio, y sin comercio no habrá vida, responsabilizando al Ayuntamiento del posible declive económico del centro urbano.
