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domingo, 28 de abril de 2024 | Última actualización: 17:48

Castellón perdió 6 de cada 10 oficinas bancarias desde el inicio de la crisis económica de 2008

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Las fusiones bancarias y el impulso a la digitalización durante la pandemia han dejado 267 sucursales operativas y 90 municipios en riesgo de exclusión financiera

Ramón Pardo/Castellón Información

Castellón ha perdido en tres lustros, los que van desde el inicio de la crisis económica de 2008 a la sanitaria de marzo de 2020, 6 de cada 10 oficinas bancarias, quedando sólo 267 activas al inicio de 2021. El cierre de sucursales en el interior rural de la provincia fue el penúltimo toque de atención de las localidades del mundo rural. Fusiones y absorciones bancarias, pandemia y potenciación de las operaciones online están entre las razones que esgrimen los bancos para cerrar sus oficinas en el interior. Sin embargo, el problema ya se empieza a percibir en las grandes ciudades.

Sea como será Castellón ha perdido entre 2008 y 2020 un 61,27 por ciento de sucursales bancarias, la mayoría de ellas, en el mundo rural, de ahí que la Generalitat impulse planes para devolver los cajeros a esos vecinos que se ven obligados a desplazarse kilómetros para sacar dinero. Y es que desde el arranque de la crisis financiera hasta ahora la provincia ha pasado de tener un ratio de 0,1 oficinas por kilómetro cuadrado a 0,04. En la misma línea que Valencia (0,25 a 0,11) y Alicante (0,3 a 0,13). Ello hace que haya 90 municipios en exclusión financiera al perder las oficinas bancarias.

La pandemia, que marcó todo 2020 y la obligada adaptación al entorno digital, hizo que la provincia de Castellón perdiese 30 oficinas bancarias, hasta dejar solo 267 activas, según datos del Banco de España. Sin embargo esa pérdida del 10 por ciento no hace sino mantener la tendencia destructiva iniciada en 2008. Doce años después, la provincia ha perdido 6 de cada 10 oficinas. Cifra que aumentará a consecuencia de la fusión de entidades bancarias -gestadas en lo que llevamos de año-, que comparten territorio y buscan una salida a la duplicidad de oficinas.

El informe del banco emisor constataba a finales de 2020 el paulatino e inexorable desmantelamiento de la red de oficinas bancarias en la provincia. Un proceso que en 2019 reflejaba que de las 684 existentes en 2008 solo quedaban 297 y que en 2020 se redujeron en 31 más, hasta las 266.

Lo que es un hecho es que en la España vacía, los bancos han desaparecido del mapa. En las localidades de menos de 100 habitantes, el porcentaje de municipios sin oficina es del 99,1%, y en los de 100 a 500 habitantes, un 83,8% no tiene sucursales, según los datos del Banco de España. Se trata de unos parámetros en los que se ven reflejados un buen número de los 135 municipios castellonenses. Que ven en esta pérdida un nuevo mazazo en su lucha por frenar el despoblamiento.

La realidad dibuja un panorama que deja desamparada a una parte muy importante de la población, los mayores, aquellos que menos habilidades tienen para acceder a la Red, que se ven obligados a desplazarse lejos de sus municipios de residencia a sacar dinero. Pese a ello, las entidades bancarias españolas niega que sea un problema grave, porque los servicios están garantizados, pero cada vez más usuarios sufren porque no tienen una atención financiera de calidad.

Al tiempo apuntan que hay alternativas como, apuntan desde Asufin, con iniciativas para realizar operaciones bancarias sin necesidad de oficina, casos de Correos Cash, una iniciativa de Correos y el banco Santander para realizar operaciones de efectivo. O Nickel, la ‘fintech’ de BNP que está cerrando acuerdos con estancos y administraciones de Loterías para prestar servicios básicos como sacar efectivo, pagar recibos o cobrar la nómina.

En este contexto, la Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant) impulsa la instalación de 135 cajeros en el interior de la Comunitat Valenciana,  53 de ellos en Castellón, 58 en València y 24 en Alicante. Es una apuesta por frenar la exclusión financiera.