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viernes, 19 de abril de 2024 | Última actualización: 00:44

Conspiración en el PP

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Pascual Montoliu. Ha sigut capellà, professor d'antropologia i teologia, i tècnic comercial.

Ha estallado ya el cisma. Aznar, Aguirre, Pedro Jota y sus mariachis mediáticos hace tiempo que urden maniobras de todo estilo para desbancar a Rajoy. Lo de ahora es otra más. Aunque esta vez Pedro Jota ha ido más lejos. Dejó su papel de ojeador en la cacería y ha asumido el de correveidile de unos papeles, donde lo de menos es su análisis caligráfico y lo de más es su contenido. Resulta una contabilidad extraña. Las únicas entradas son donativos y las únicas salidas, gastos en sobresueldos. Se ve que el PP se gastaba todos los donativos en repartir sobres a una serie de privilegiados, donde ni están Aguirre ni Gallardón. Es más, parece que sólo cobraban ciertos personajes que tenían visos de ser candidatos a suceder a Aznar. Porque esos pagos son de aquella época. Una segunda cuestión. ¿Quién decidía esos pagos? Dudo que fueran Lapuerta y Bárcenas que, por más autonomía que tuvieran, no creo que hicieran de “su caja” un sayo. Y más que sobresueldos parece un sistema de trampas con el fin de tener cogidos por los cataplines a una serie de barones que pudieran tener tentaciones de liderazgo en algún futurible más o menos lejano.

En varias ocasiones he remitido a El Mundo comentarios en los post a sus noticias del caso con estas consideraciones y en todas, menos en una, han sido censurados. Todo un indicador de qué tipo de campaña es la que Pedro Jota se lleva entre manos. El otrora sabueso periodista se pasó de rosca y ha derivado en algo que más que periodismo. Una cosa es informar objetivamente y otra, maquinar. Una, relatar la noticia y otra, generarla.

Está todo temporizado con precisión casi cronométrica. Salió Aznar en Antena 3 abriendo fuego. Puso en marcha los amplificadores de sus medios afines. Quiso poner sordina, acto seguido, por aquello de guardar las formas. Pero sus medios siguieron erre que erre anunciando a bombo y platillo su programa, como si estuviéramos en tiempo preelectoral, al que por lo visto vamos. Salió después doña Esperanza, la eterna pretendiente en rivalidad con Gallardón.  Y volvió esta misma semana a salir pregonando que los militantes están con ella, con la aviesa intención de convertir el caso Bárcenas en un conflicto entre ella y Rajoy. Mientras, los mariachis de Pedro Jota se esfuerzan en querer demostrar que la conspiración la ha organizado Gallardón. Muy agudos. El gran error de Rajoy fue no haberse desprendido de estos pretendientes cuando montaron aquellos numeritos por las candidaturas en las elecciones del 2008. Lo pronostiqué entonces. O Rajoy se cargaba a aquel par de gallos de pelea, o sería su víctima. Esa hora ha llegado.

No quiero con ello decir que no hay financiación irregular del PP. La hay como en todos los partidos. A buenas horas nos vienen con novedades más viejas que la tos. Delinquieron quienes cobraron, entre ellos Rajoy, si es que cobraron, pero más delinquió el ordenante de los pagos. Lo maquiavélico es lo que hace Aznar. La mierda de la financiación irregular de su época, de cuando él era presidente, la vierte ahora sobre Rajoy, con el fin de liquidarlo y de minar un gobierno con mayoría absoluta, la que a él le disgusta. Estos listillos nos toman por tontos. No me extraña que, con una clase política de tan baja ralea, España esté en la miseria como mínimo para dos décadas. Es toda una maquinación contra las urnas.