Noticias Castellón
viernes, 17 de mayo de 2024 | Última actualización: 23:06

Mi primera decepción con Rivera

Tiempo de Lectura: 4 minutos, 59 segundos

Noticias Relacionadas

Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

Desde su irrupción en el panorama político español, hasta la semana pasada, Albert Rivera se había ido ganando mi confianza y mi predisposición a votarle, por todo lo que proponía y por lo que estaba haciendo.

Sus palabras y hechos encajaban totalmente con lo que yo entendía que había que hacer en España, para acabar con todos los vicios adquiridos a lo largo de cuarenta años de bipartidismo, en el que PSOE y PP se habían dedicado a anteponer los intereses de los dos partidos a las necesidades de España.

Unos y otros se habían entregado en manos de los nacionalismo independentistas vasco y sobre todo catalán, para poder detentar un poder condicionado, después de varias elecciones generales.

Precisamente por eso, tenemos hoy un problema catalán enquistado, cuya solución ha condicionado o va a condicionar el 20 D e incluso el ‘día después’.

Rivera encarna y promete desde hace tiempo todo lo contrario……y muchas más cosas que a mi me convencen.

Y no sólo lo promete, sino que lo lleva a cabo desde el primer momento que tiene capacidad política para hacerlo, en la medida de sus posibilidades.

En todo el territorio nacional, ha permitido la gobernabilidad de las listas más votadas, dejando gobernar (sin involucrarse su partido en la gestión de gobierno) tanto a socialistas en Andalucía, como a populares en otras regiones como Madrid.

Y promete acabar con el Senado y con las Diputaciones, porque entiende como yo que tenemos que desmantelar unas Instituciones del Estado innecesarias o excesivas, sin  poner en peligro un Estado de las Autonomías excesivamente descentralizado, al que le sobra grasa y le falta músculo. Y aboga por la independencia de los  tres poderes.

Hasta ahí todo perfecto y por eso tenía muy pocas dudas a la hora de ir a depositar mi voto dentro de pocos días, porque no quería votar a Rajoy por varias razones de peso y fundamentales:

Había incumplido muchas de sus promesas electorales, que yo sigo entendiendo que pudo cumplir pese a lo acuciante de los problemas económicos que tuvo que solucionar.

No dimitió el día que cogieron a Bárcenas con el ‘carrito de los millones de euros a tope’, sino que  le dio palabras de apoyo y aliento para aguantar, lo que en mi opinión no procedía, a no ser que fuese tonto o cómplice suyo.

De haber dimitido, habría dejado al Partido en una situación cuando menos, mucho más airosa para salir adelante pero no lo hizo, como tampoco lo hizo Felipe González cuando tuvo el mismo problema con Filesa, Malesa y Time Export en los años ochenta del siglo pasado y por la misma razón, la financiación ilegal de su partido.

Con su decisión echó al pie de los caballos a todos los dirigentes populares que encabezaron las listas de su partido en las elecciones municipales y autonómicas, que perdieron las mayorías absolutas (aunque conservaran bastantes mayorías minoritarias). En aquellas en que los votos de Ciudadanos, les permitieron gobernar lo siguen haciendo, pero donde juntos no les llegaba, entraron las 'ensaladas' de siglas de todos los colores imaginables, para evitar que gobernara la lista mas votada  y eso lo estamos sufriendo, tanto a nivel local como autonómico.

Esas eran mis razones, para votar a Rivera en vez de votar a Rajoy, aún sabiendo seguro que de momento Ciudadanos, no está preparado para formar un Gobierno Nacional serio y responsable en todas las áreas de gestión imprescindibles.

Pero si estoy seguro, de que puede llevar a cabo una gestión de control válida desde una oposición inteligente, para enderezar los ‘entuertos’ de un nuevo Gobierno del Partido Popular, que si que dispone de equipos suficientemente preparados, sobre todo en el tema económico y que disfruta de la confianza de la Unión Europea.

Pero si todo lo que yo expongo, son los motivos por los que la gente mas centrada tanto del PP como también del PSOE habíamos decidido apoyar a Alberto Rivera, para darle cuatro años de formación intensiva en un ‘Máster’ en las Cortes Españolas, después de su haber pasado por las Catalanas ahora, él mismo nos ha sumido en un mar de dudas

Y es que al verse arañando votos a mansalva a socialistas y populares, que le han llegado a situar en segundo lugar por detrás del PP e incluso superando al PSOE, parece haberse destapado según he leído en algunos medios, pidiendo el apoyo de PSOE y Podemos para ser investido, sin ser la lista mas votada.

Es cierto, que él mismo ha puntualizado, que no lo haría “a cualquier precio”, pero eso ya es entrar en el terreno de lo  indefinido y opinable, pues los precios los pondrían socialistas y populistas y los tendría que aceptar él.

Eso sería ir contra sus propias convicciones, siempre que fuese él, el beneficiario de su propia indefinición.

Si no quiere perder el crédito que se ha ganado en unos meses, deberá  salir a desmentir rotundamente lo que ha publicado La Rarón del 6 de Diciembre en portada,  diciendo literalmente “Seria presidente con el apoyo de Sánchez e Iglesias”.

En mi opinión, era el candidato favorito a la presidencia del Gobierno en 2020.

El desgaste propio de Rajoy y el PP durante los próximos cuatro años y sus actitudes sensatas y consecuentes en la próxima legislatura y el proceso de maduración de sus equipos así lo hacían presumir.

Ahora sus prisas por llegar y las compañías que se ha buscado, sobre todo Podemos, me hacen dudar, si es cierto.