Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Parece obvio decir, que a veces los ‘Referéndum’ los cargan los políticos, pero los dispara el diablo y no siempre salen a gusto de todos los afectados por esas decisiones.
En el caso del Brexit, ni la mayoría de los europeos ni tampoco la mayor parte de los irlandeses, de los escoceses ni de los llanitos hubieran esperado el resultado que salió de las urnas.
Todos ellos, al igual que los españoles residentes en Reino Unido y los británicos residentes en España, vieron como de la noche a la mañana se les nublaba un futuro que hasta ese momento vislumbraban de una manera brillante y a partir de la consulta popular, tendrían que recomponerlo a gusto e intereses de unos señores que de una manera insensata quisieron correr un riesgo innecesario que nadie les podía exigir.
Para todos ellos estoy seguro que tanto el Gobierno de Reino Unido, como el de España y la Unión Europea, van a encontrar las fórmulas adecuadas, para poder armonizar los intereses de una y otra parte.
Pero lo más complicado va a ser el poder encontrar una solución válida para el Peñón de Gibraltar y sus habitantes nativos o residentes, así como para la población española cercana al Campo de Gibraltar que a diario está cruzando el paso fronterizo, para trabajar en la colonia inglesa, último reducto colonial en todo el suelo europeo.
Los 30.000 llanitos, entre los que un importante porcentaje tiene fijada su residencia en urbanizaciones de lujo andaluzas, próximas al Peñón y la mano de obra española que recorre el camino en sentido contrario para ganarse la vida a diario en Gibraltar, van a estar dos años pendientes de las negociaciones para saber a que atenerse.
Si por los motivos que sean, acaba imponiéndose el sentido común (que es el menos común de los sentidos) y se procede de acuerdo con la decisión de los políticos británicos, de dejar de pertenecer a la Unión Europea con todas las consecuencias y se blindan las fronteras de acuerdo a lo usual en estos casos, todo va a ser mucho mas difícil para unos y otros, y no sería de extrañar que llegado el momento los habitantes de Gibraltar puedan recapacitar y buscar una solución que de otro modo nunca hubieran querido ni siquiera escucharla.
1) ¿Un convenio de doble nacionalidad para ellos?
2) ¿Un diálogo directo entre el Gobierno Español y el de Gibraltar, sin mediadores británicos?
3) ¿Una cosoberanía compartida anglo-española?
4) ¿O quizás vivir aislados sin acceso directo a Europa, a no ser por vía aérea o marítima, bajo bandera británica, si España decide cerrar su frontera?
Probablemente sea muy pronto, par poder vislumbrar como se va a solucionar un tema tan delicado, sin herir susceptibilidades ni perjudicar intereses de unos u otros, pero lo cierto es que en este caso la Unión Europea parece haberse manifestado, dando a España el derecho de veto a las decisiones a tomar sobre este tema.
Curiosamente, mientras ni Inglaterra ni España formábamos parte de la Unión Europea, el resto de los países de nuestro entorno al igual que EEUU, nunca apoyaron nuestras reivindicaciones sobre Gibraltar.
Una vez los dos dentro, tampoco se preocuparon del tema, lo que me hace pensar que preferían que la logística estratégica del control del Estrecho estuviera en manos británicas, que en españolas.
Ahora que ya solo España forma parte de Europa, imagino que sus preferencias ya no serán las mismas y por eso le otorgan el derecho de veto para que pueda ejercitarlo España, sin tener que embarrarse ellos.
El Gobierno Español, debe de ser muy cauto en este tema, para poder ganarse la simpatía que nunca ha disfrutado de los llanitos, ya que sólo con el deseo formalmente expresado por ellos, cabria una mínima posibilidad de acabar con esa colonia inglesa en suelo español.
Si sabemos ganarles para nuestra causa y hacerles ver que como muy bien saben ellos y así lo expresaron votando de una manera abrumadora en contra del Brexit, van a tener una vida mucho mas confortable y cómoda como ciudadanos europeos en el futuro, que como súbditos de la Corona de Inglaterra que no ha pensado en ellos para nada, ya que en el escrito que ha presentado la Premier Inglesa a la Unión Europea para salirse, en ningún momento han mencionado para nada a Gibraltar y sus singulares problemas.
Parece ser que o no significan nada para ellos, o les han abandonado a su suerte de una forma evidentemente desconsiderada.
