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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 14:20

Sin razones y razones sensatas para mí

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

En el curso de una sola semana he encontrado varias situaciones para mí irracionales y ese es el único motivo, para querer aportar hoy mis razones, sensatas desde mi punto de vista, aunque puedo estar perfectamente equivocado, pero son las mías.

1) La sin razón: definirme como ‘nacionalista español’

Eso ocurrió el miércoles 7 de diciembre, en la tertulia radiofónica en la que participo en Castellón Información Radio, y lo hizo un compañero al que aprecio como persona, aunque nuestros planteamientos ideológicos estén bastante distanciados.

Le hubiera bastado con llamarme español, ya que en esa definición va implícita mi condición, pero él quiso significar lo de nacionalista, supongo que contagiado por la definición que se les suele dar a los de Compromís, partido al que pertenece, ya que ellos mismos se definen como nacionalistas valencianos y el resto de los valencianos, que no pertenecemos a esa coalición de partidos les definimos como nacionalistas catalanes (yo suelo definirles como catalinos, porque evidentemente quieren ser catalanes, pero no lo son).

Mis razones: Me  sentí tan sorprendido como honrado por su forma de definirme, pero no me dieron la opción de responderle durante lo poco que quedaba de la tertulia, así que espero poder hacerlo hoy miércoles si puedo, pero por si se me olvida lo hago aquí en mi columna.

Y después de la defensa a ultranza que hizo mi compañero de las excelencias de la Cataluña actual, y de la cantidad de nuevas empresas que querían ubicare en los alrededores de Barcelona, me quedo confirmada mi teoría sobre sus sentimientos nacionalistas catalanes.

A él yo no puedo definirle como catalán porque no lo es, pero si que puedo hacerlo como nacionalista catalán porque me demostró serlo, con su defensa de las excelencias de Cataluña y de sus logros económicos y sociales, cuando lo que yo veo es todo lo contrario, porque se han desubicado del suelo catalán una gran cantidad de empresas multinacionales, españolas e incluso catalanas por obra y gracia del ‘proces independentiste’ que es sólo una artimaña de cuatro vividores para poder seguir robando ellos y acusar a España de que ‘les roba’.

Y Compromís les apoya en ese juego, como Podemos e incluso Ximo Puig,  para ver si a ‘río revuelto, hay ganancia para ellos como pescadores… de votos’, sin querer ver que en las próximas elecciones municipales o autonómicas se van a quedar con los que eran antes del estallido del 2015……’cuatro y el que lleva la tartana’.

2) Viaje a Roma de los cuatro alcaldes de Podemos.

Las alcaldesas de Madrid y Barcelona y los alcaldes de Valencia y Zaragoza no quisieron perderse la ocasión de ir a Roma para estar apoyando la política a favor de los refugiados propuesta por el Papa.

Todos ellos han demostrado ser agnósticos, cuando no profundamente irrespetuosos con la Iglesia Católica, pero no dudaron ni un solo momento en viajar gratis para intentar conseguir una foto junto al Papa.

El Papa que es mucho solidario que ellos, pero estaba informado de la Salve Catalana promovida por su ‘meona alcaldesa de Barcelona’ y de la parodia de las tres pobres mujeres disfrazadas de ‘putones verbeneros’ por Ribó y por la ‘abuelita roja’ de Caperucita en  Valencia y Madrid, vejando la imagen de la Cabalgata Reyes Magos de Oriente que tanta ilusión les hace a nuestros niños, no quiso saber nada de ellos y se negó a recibirles privadamente.

Mis razones: Hizo muy bien Su Santidad, en no seguirles el juego a esos personajillos tan ridículos como inconsecuentes.

¿Cómo pueden decir estos cuatro personajes, que España no acoge a refugiados, cuando no hay un solo día en el año, que nuestro Guardacostas no acojan y recojan en nuestra costas mediterráneas y en los alrededores de la Isla de Alborán a cientos de emigrantes que llegan a aguas territoriales españolas en busca de refugio?

¿Acaso no es suficiente el darles educación y asistencia social y sanitaria a cuantos inmigrantes han llegado a nuestra nación durante tantos años, sin exigirles nada a cambio, ni haber cotizado nunca en España?

Ese ha sido nuestro mayor error, no haber sabido regular la inmigración para que las personas que llegan de fuera pudieran estar legalizadas y protegidas más ampliamente aún por nuestras leyes.

Por eso, ya no podemos atender ni siquiera a los más necesitados españoles y seguimos priorizando las exigencias de los foráneos carentes de derechos por no haber tenido obligaciones, que las necesidades imprescindibles de quienes han pagado toda su vida sus impuestos aquí y contribuido a las arcas del Estado mientras han cobrado.

3) El caso Nadia.

Los padres (ya sean biológicos o adoptivos como parecen ser), de esta pobre niña han venido a demostrar como llegan a poder tomarnos el pelo a muchos españoles de buena voluntad, cuatro desaprensivos, ya sea a nivel personal, familiar o de ONG´S.

Esta gentuza ha llegado a recaudar cerca de un millón de euros, que supuestamente debían de ir destinados al tratamiento médico de una enfermedad infrecuente y casi desconocida, en hospitales especializados.

Ni un solo euro, parece haberse destinado a la salud de la criatura.

Mis razones:

Si de veras quieres ser solidario y que los receptores de tu caridad o aportaciones lleguen a un destino adecuado, practica esa solidaridad en tu entorno inmediato, ya que lamentablemente todos conocemos a demasiada gente necesitada cerca de nosotros y podemos ayudarles a superar algunas de sus necesidades básicas.

Y el que no conozca a nadie, que lleve esas ayudas a Caritas o al Banco de Alimentos, ya que las dos instituciones carecen de infraestructura profesional , que consuma gran parte de los recursos que les entregamos, ya que funcionan perfectamente en base al voluntariado que ayuda a la distribución a cambio de nada.

Hay demasiados desalmados y vividores en muchas ONG´S, tanto en origen como sobre  todo en destino, como para arriesgarse a canalizar nuestras aportaciones a través de ellos.

Sé que generalizar es peligroso, pero a fin de cuentas, yo estoy seguro de que todo lo que yo aporto ya sea en alimentos, como en ayudas personales, llega a gente que conozco, lo necesita y se lo merece.

¿A cuántos refugiados, han acogido en sus casas esos apóstoles de la solidaridad, que se pasan la vida predicando, pero sin haber dado nunca ni un gramo de trigo?

Con estos tres ejemplos, es suficiente por ahora.

Hasta la semana que viene.