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lunes, 20 de mayo de 2024 | Última actualización: 08:25

¿Estamos locos, o qué?

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José Vicente Ramón Moreno.

Estoy conmocionado por las salvajes noticias que nos traen los periódicos esta semana y que, por muchas vueltas que uno le dé, no tienen ni pies ni cabeza y sólo nos llevan a pensar que en esta sociedad nuestra el grado de locura aumenta a pasos agigantados.

El asesinato de Isabel Carrasco, Presidenta de la diputación de León, es de una sordidez tal que ni en los mejores guiones cinematográficos podemos encontrarnos con algo tan retorcido y tan poco previsible. Personas que han estado en su mismo partido, que han compartido el día a día del trabajo, … incomprensible.

Todos aquellos que han querido tener la lucidez de intentar explicar el por qué recordando los sueldos, las oposiciones, el “yo que sé qué” que no se esfuercen en ser lumbreras que un asesinato no está justificado con nada.

Además, si no estamos de acuerdo con los políticos tenemos dos vías muy claras a seguir, la de las urnas (con nuestro castigo) o la de los juzgados (con nuestra denuncia), pero no olvidemos que el que está en un puesto político es porque le hemos votado (a su partido). Otra cosa es que deseemos, cada vez más, que votemos en listas abiertas a aquellas personas que nos merecen más confianza en lugar de votar a listas cerradas en las que se pueden colar personas que no nos son gratas.

Pero si este asesinato es absurdo lo es muchísimo más el del niño de tres años de Marbella, dejado por la madre en una vivienda al ‘cuidado’ de una pareja que argumentan ahora que el niño cayó por las escaleras hace unos días. La madre parece ser que hacía muchos días que no se preocupaba por su hijo y los otros dos ‘monstruos’ habrá que averiguar lo que le hicieron a la pobre criatura y el infierno que debió vivir hasta su trágica muerte.

Estas salvajadas nos llevan, como siempre, a pensar dónde se han quedado nuestros valores y si es que estamos todos locos ¿o qué?