Jorge Fuentes. Embajador de España.
1. En mi larga carrera he trabajado con 17 Ministros de Exteriores (desde Castiella a García Margallo) todos los cuales intentaron mejorar o resolver el contencioso de Gibraltar.
2. La cuestión hasta ahora no solo no se ha resuelto sino que cada vez está peor. Comprenderán, por ello que me sienta un tanto escéptico sobre el tema. El minúsculo espacio de 5x1,5Kms no ha cesado de ganar terreno por mar, tierra y aire; tienen su aeropuerto, han ganado mucho espacio a un mar que no les pertenece y circulan por España como les da la gana, contraviniendo lo pactado en Utrecht. Todo ello bajo la machaconería británica y el buenismo español.
3. La pequeña población que nos fue usurpada vilmente en 1704 arruinó toda el área circundante al verse privada de su capital natural. Gibraltar entonces tenía 5000 habitantes pero de haber seguido siendo española, los geógrafos creen que hoy habría sido una ciudad como Génova, Marsella o Barcelona y si ello les suena exagerado, al menos lo sería como Cádiz, Tánger o Ceuta.
4. En 1966 la ONU nos dio la razón al ordenar a Londres la devolución del Peñón. Pero como suele suceder, las decisiones de Organizaciones Internacionales que molestan a las potencias son ignoradas por éstas.
5. A lo largo de tres siglos España ha intentado recuperar Gibraltar por todos los medios: militares, diplomáticos bilaterales y multilaterales, económicos y políticos. Todos han fracasado porque Reino Unido no atiende a más razones que la fuerza y España no la posee. China si y por ello recuperó Hong Kong.
6. La población gibraltareña en su 98% votó por seguir siendo inglesa. No debe sorprendernos. Primero porque aquella población no es en absoluto española. Los españoles de 1704 fueron expulsados del peñón y sustituidos por una población de aluvión que ha venido beneficiándose de su entorno español – compran y construyen donde desean en nuestro territorio-, trafican con cuanto se les pone a tiro, apenas pagan impuestos, deterioran el medio ambiente, viven de subsidios y trapicheos- y naturalmente también de la metrópoli británica. Usted y yo también querríamos seguir siendo británicos si viviéramos en la Roca. Y veraneando en Sotogrande.
7. Veo muy difícil la recuperación de Gibraltar. Ya lo dijo Churchill “No he sido elegido Primer Ministro de la Reina para ser testigo del fin del Imperio”. Segurísimo que esa frase la suscribirían Thatcher, Blair, Mayor y Cameron. Y los que vengan.
8. La colonia de Gibraltar es una anomalía tan grande como si España mantuviera hoy el dominio de Nápoles o Flandes. O como si Inglaterra siguiera poseyendo Chipre, Malta o la llave del Canal de Suez como las tuvo hasta hace poco. Todo eso se acabó pero Gibraltar sigue. Una gran vergüenza para España pero una vergüenza aun mayor para el Reino Unido.
