Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Hace un año, mes arriba mes abajo, que se decidió comprar un acelerador nuevo para el tratamiento de radioterapia, ya que los dos que prestan este servicio sufrían constantes averías. Tanto la Generalitat como la Diputación no llegaban a terminar de aclararse en solicitar la compra del nuevo acelerador, quizás porque en el consorcio parece ser que esta partida corresponde el pago a la Generalitat y no a la Diputación aunque esta colabore en otros temas asignados a la institución. Durante todo este tiempo tanto el PSOE como Compromis pusieron a caldo no sólo a la Diputación, sino también al Ayuntamiento de Castellón y a su alcalde por dejar de dar servicio al paciente que sufre esta enfermedad (solo es tirar de hemeroteca si se quiere refrescar la memoria).
Pero llegan las elecciones y sin ganarlas a modo individual, por la suma de apoyos a conveniencia de los partidos, se forman unos gobiernos con tal de poder estar en la poltrona y conseguir como en Fuenteovejuna, ‘todos a una’, desbancar al PP.
Llevamos 10 meses con los nuevos gobiernos y durante estos meses hemos tenido formas dictatoriales, que sin consultar se lanzan acciones propagandísticas como los libros gratis, poniendo a los ayuntamientos y diputaciones contra las cuerdas, porque les obliga a pagar a estas instituciones lo que la Generalitat no puede, yo a eso le llamo ‘bufar en caldo xelat’ (soplar al caldo frio) por real decreto.
Pero lo más grave y escandaloso de todos los temas que se han puesto en marcha en este nuevo Consell los ha llevado a cabo la consellera de Sanidad Carmen Montón.
Es muy importante que quien esté al frente de una Conselleria, aparte de ser buen gestor, tiene que ser sobre todo profesional experimentado en la materia. Como por ejemplo, acierte o no, en sus decisiones el conseller de educación. Vicente Marzá, es docente, experimentado por dar clases durante años en Cataluña y sabe perfectamente el trabajo que se tiene que hacer para que la enseñanza sea mejor, y por tanto poder facilitar el trabajo a los profesores para que los alumnos sean los beneficiados. Otro tema seria la lengua autonómica, los estudios y demás cosas en las que se pueda estar de acuerdo o no, pero esto es un ejemplo y es otro tema.
La señora Carmen Montón, nacida en Burjassot (Valencia), es Licenciada en Medicina y tiene un Master Interdisciplinario de Género.
Ingreso en las juventudes socialistas en el 92, fue concejala de cultura en Burjassot hasta el 2007, diputada por la provincia de Valencia en Madrid y su experiencia laboral se traduce en ser política del PSOE en diferentes secretarias, o vocal de varias comisiones, hasta en la actualidad consellera de Sanidad.
Visto de esta manera, uno entiende que esta señora está capacitada para poder ejercer dicho cargo, pero percibiendo la postura que tiene para desempeñar tal responsabilidad pienso que debería de dimitir y como mucho ser secretaria de apoyo del departamento de Sanidad.
No es suficiente tener un título de Licenciada en Medicina, puede que tenga mucha memoria, sea una esponja y lo aprobase todo y se sacase la Licenciatura y el Master con la mejor nota.
¿Pero sabe la señora Montón ejercer la medicina?
Para mí, ejercer la medicina es conocer en este caso la profesión y todo aquello que pueda beneficiar y curar al enfermo. Como mínimo, ser una buena enfermera, pero un médico es pasar una consulta de cabecera, saber los problemas que conllevan y los atrasos en el diagnostico cuando un médico de cabecera manda a un paciente al especialista, y el sentirse impotente por no poder hacer nada porque esa función ya no le compete, o estar como médico en un Hospital, en Urgencias, en sala, en consulta, viendo las enfermedades y como luchar contra ellas, y que necesidades de primer orden para poder llevarlas a cabo. Y sobre todo cuando una enfermedad como el cáncer luchas para que no haya metástasis o impedir que se extienda lo mínimo, y que necesitas un aparato y este no funciona y que tienes una cola para pasar terapia y no puedes hasta que se arregle y la incorporación de un nuevo aparato es el cambio de moneda que tiene que pagar el enfermo por las acciones políticas de sus responsables.
Todo eso es imprescindible para cualquier persona, hombre o mujer, que sea el máximo responsable en este caso, Sanidad.
Los enfermos de Cáncer de la provincia de Castellón tienen que soportar la cara dura que tienen los políticos con sus riñas internas. La señora Montón en un comunicado hecho en la mesa del consorcio del pasado lunes, a la que convoco aprovechando la ausencia del presidente de la Diputación, Javier Moliner, simplemente para ningunearle y desairarle, dice que el dinero ni es de la Diputación ni de la Generalitat, es del contribuyente. Toda la razón tiene usted en esa afirmación, incluso es del contribuyente los miles de euros que usted ingresa en su bolsillo como sueldo por su trabajo y es el que se aplican ustedes, no lo aplica el contribuyente, y sin embargo a quien le paga, lo trata como no corresponde y es más se atreve a amenazar en dicho comunicado que si en el plazo de un mes la Diputación no ingresa lo que le corresponde esto se paraliza.
Diciendo esto usted se queda tan ancha, señora Montón.
Yo no tengo los estatutos en los que diga que obligaciones tiene la Diputación y que debe aportar al Consorcio, así como la Generalitat, lo que si se es que las formas administrativas y protocolarias se hacen desde dentro, pero a los pacientes no se les ningunea, se les atiende con todos los servicios y aparatos necesarios que haya que tener necesariamente para poder luchar, en este caso contra el Cáncer. Usted señora Montón dice que ustedes solucionan los temas según surjan, como los 124 contratos de personal. ¿Es más importante poner en regla 124 contratos que comprar el acelerador para salvar vidas?
Señora Montón, el Hospital Provincial de Castellón ya en los años 90 era un importante Centro de Oncología, prácticamente a nivel del Hospital Universitario de Navarra, hospital que bajo el mandato del presidente de la Diputación Francisco Solsona, del PSOE, que con su interés y el equipo de médicos, con el doctor Frau a la cabeza y las enfermeras muy profesionales y alguna monja, los enfermos con su quimios y tratamientos que se iban reciclando en función de la enfermedad, y los nuevos medicamentos que nacían en Houston, a los siete días se podían ya implantar en España en los centros punteros incluso el Hospital de Castellón, época en la que tuve que pasar todo este calvario por tener a mi mujer enferma de cáncer, y que luego de la operación de estómago hecha en el General se trasladó al Provincial para su tratamiento. Esto sabrá usted que es fulminante, pero vamos a intentar que sean dos semanas o tres meses tenga calidad de vida y vamos a intentarlo y no tirar la toalla. El intento gracias a los profesionales e interés fue que los tres meses se convirtieron en 2 años y medio incluso pudo asistir como un último viaje a la Expo de Sevilla.
Otros conocidos míos que tenían huertos y fincas, siempre buscando lo mejor, se hicieron el tratamiento en Navarra, y para hacer frente a todo el proceso tuvieron que vender huertos y fincas, si se tiene (els diners y el collons son per a les ocasions), pero todo tratamiento tiene un tope. Cuando se alcanzó ese tope les dijeron, aquí ya no podemos hacer nada más, lo que le vamos hacer aquí se lo pueden hacer en Castellón, nos pondremos en contacto con el equipo de facultativos y les mandaremos el historial para que sigan las pautas. Cuando eso le ocurrió a mi mujer, aquí en Castellón me dijeron lo mismo: no podemos quemar más, lo que pueda quedar es dar solo calidad de vida y calmar las dolencias.
Con esta reflexión, critica u opinión, señora Montón, lo que le estoy diciendo como responsable de Sanidad, que me importa un pimiento el dinero de donde venga y a quien corresponde, que las envidias, riñas o interés por ‘joder’ al partido contrario se hacen con responsabilidad y acciones que favorezcan al ciudadano, no jugando con la salud de los enfermos, no amenazando con el ingreso de la cantidad correspondiente cuando un día de retraso puede causar la muerte a un paciente. ¿Para qué sirve la prevención? No se sienten ustedes abochornados por el espectáculo indecente que están haciendo, me da lo mismo unos que otros, queriendo desmantelar la calidad reduciendo personal y trasladando a otros centros de manera de ir minando poco a poco lo que los ex presidentes, como Solsona o Fabra, dedicaron a este hospital en favor de la provincia a la que representaban.
Tanto odio nos tienen en Valencia. Ya sé que sí. Así termino Alberto Fabra, hasta los mismísimos, y aun así gano las elecciones, pero ustedes cuando llegan al término de Almenara les pica todo, y sabe qué ocurre, que en Castellón tenemos unos políticos que tampoco merecen estar en el Consell, pues no defienden nada de nada, y así ustedes están en la gloria. Si hasta el Presidente Puig, morellano, le importa un pimiento, cuando sabe que los enfermos de Cáncer de Morella bajan a Castellón. Como en su momento tuvo que hacer mi amigo Chiva, el del hostal Nou.
De los diputados en el Consell de Castellón no se quienes están, pero si yo fuese político me caería la cara de vergüenza que esté ocurriendo esta salvajada. Solo el aumento que usted ha hecho al Hospital de Valencia tendríamos 3 aceleradores, dos para Castellón, porque tenga en cuenta que si solo adquiere uno en seis meses tendrá que comprar otro, pues los dos que hay están caducos, y el otro para el Hospital de Vinaròs.
¿Sabe señora Montón que deberían hacer los responsables de esta provincia? Pues desde la alcaldesa Amparo Marco el señor Benlloch y todos los alcaldes como máxima autoridad de las poblaciones, los portavoces del resto de partidos, la Asociación del Cáncer y familiares de estos enfermos montarle frente a su Conselleria una protesta por maltratar al enfermo y chulear a la provincia, y además en Parlamento autonómico el señor Mulet y las señoras Gallen y Bonig deberían de dar un golpe fuerte sobre la mesa y terminar con las tonterías y el ahora ‘yo os voy a joder’
Desde estas líneas mi apoyo y todo el ánimo para las personas que sufren esta enfermedad así como a los familiares, que solo lo sabe quién lo pasa y se encuentra en esta situación. No me había pasado nunca terminar una opinión con lágrimas en los ojos por la impotencia contenida.
