Luis Andrés Cisneros.
Las cifras que sirven de título a este artículo de opinión, parecen números colocados al azar, pero no es así, forman parte de la Historia de España, aunque mucha gente las quiere ignorar, empujados por la corrección política y el egoísmo más recalcitrante de nuestros políticos dirigentes.
532, son los días que José Antonio Ortega Lara estuvo secuestrado por la banda terrorista/asesina ETA, entre 1996 y 1997, hace 20 años, precisamente se cumplieron al pasado día 1 de julio. Hasta la fecha, es el secuestro más largo cometido por la banda criminal.
De todos es de sobra conocida su historia, una historia de valor, entereza y amor a la vida, que le permitió pasar 12.768 horas en un zulo de 3 metros de largo, por 2,5 de ancho y 1,8 metros de altura interior, sin luz, sólo la de una pequeña bombilla y disponiendo de dos marmitas, una para sus necesidades y otra para comer.
La Guardia Civil llevaba tiempo siguiendo una pista y el 1 de Julio, entraron en una nave industrial de Mondragón, donde pensaba que se podía encontrar el secuestrado. Los captores, con Bolinaga a la cabeza, negaron en todo momento la verdad y, tras una larga y detallada inspección, debajo de una gran máquina industrial, un miembro de la Benemérita decubrió un mecanismo de apertura y encontró el zulo inhumano donde seguía Ortega Lara.
Otro servicio más, de nuestra admirada Guardia Civil, aunque parece ser que, a nuestros políticos, los éxitos de este Cuerpo compuesto de grandes hombres y mujeres, no les importa mucho.
Estamos asistiendo atónitos a humillaciones, burlas y chascarillos de personajes deleznables, afines a partidos políticos, que se burlan a través de las mal llamadas ‘redes sociales’ del cautiverio de este gran hombre.
Pero, a todos los partidos, les llenaba mucho más, asistir a desfiles del Orgullo Gay que hablar de este tema. Es entendible, con la pancarta del Orgullo, se pueden sacar votos. Ortega Lara ya tiene su voto decidido y no es para ninguno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (PPPSOECIUDPODEMOS), es para VOX.
El número 2. ETA no tuvo bastante ese mes de julio de 1997, el día 10, secuestra a Miguel Angel Blanco, concejal en el Ayuntamiento de Ermua. Dos días más tarde, a sangre fría y con una mente psicópata y enferma, el asesino Gaztelu, le disparó 2 tiros en la cabeza, de rodillas y con las manos atadas en la espalda.
No murió en el acto, dos hombres que paseaban por el campo, descubrieron el cuerpo, aún con vida, de Miguel Angel que fue trasladado al hospital donde, poco después de su llegada, fallecía.
Su pecado había sido ser concejal del PP y que el Gobierno no negoció el acercamiento de los presos a las Vascongadas. A raíz de este vil asesinato, la gente se movilizó y, se tuvo al alcance de la mano, la derrota completa de los pistoleros, pero faltó decisión política.
Ahora lo que cabe preguntarse es, ¿Lo que han sufrido estas dos víctimas y todas las demás, ha servido para algo? Si ternemos que contestar a esta pregunta viendo los hechos que han sucedido en España, el desánimo, la rabia y la impotencia se hacen evidentes. Los que apoyaban a estos asesinos están aposentados en las Instituciones, manejando cantidades ingentes de euros, campando a sus anchas y, cuentan con la inacción de las autoridades políticas.
El sacrificio, el dolor y la valentía de las víctimas y sus familias han servido de moneda de cambio para acuerdos políticos y otras componendas. De vergüenza, de auténtica vergüenza.
Eso sí, el apoyo a los colectivos LGTBI y buscar votos en sus caladeros, se ha convertido en el objetivo de marketing de loa partidos que se reparten los presupuestos del Estado.
337 días. Para mayor escarnio de nuestro país, en la localidad filipina de Baler, el pasado día 30 de junio, el gobierno de Filipinas rindió un homenaje, como hace todos los años, a los 33 valientes soldados españoles que, en el año 1899, finalizaron sus resistencia, tras 337 días, asediados por un enemigo tremendamente superior en hombres y armas.
En el acto, además de interpretar los himnos de Filipinas y España, ante la bandera de ambos países, se colocó una corona de flores ante la Iglesia de San Luís (donde estuvieron asediados nuestros soldados) y se disparó una salva en honor a los caídos de ambos bandos.
Recordemos que los sitiados, una vez depusieron sus armas, los filipinos, les rindieron honores a su salida, la cual hicieron con sus fusiles al hombro y ante la formación respetuosa de sus enemigos.
Por cierto, para los amantes de la Historia de verdad, entre aquellos valientes héroes se encontraban dos soldados de la provincia de Castellón, Emilio Fabregat Fabregat, natural de Salsadella y Ramón Ripollés Cardona, de Morella. ¿Para cuándo un homenaje póstumo a estos dos héroes?
Todo ha quedado oscurecido por el Día del Orgullo. Eso es lo único importante, todo lo demás, no son más que cifras sin sentido.
Que no se me olvide, ha nacido una idea para proteger el español en España, parece un sinsentido, pero así estamos. Mi buen consejo, visiten ésta página: http://www.hispanohablantes.es/
Me lo agradecerán.
¡Viva España!
