Doménec Nàcher. Secretario técnico de Asaja Castellón.
Créanme que a estas alturas todavía existen agricultores que no saben a cuánto les van a pagar sus propias cooperativas por su cosecha de cítricos. Luego, pese los precios que se cotizaron en el campo hay comercios que ahora, mediante abusivos descuentos destríos que resultan más inverosímiles que los encuentros en la segunda fase, intentan justificar una renegociación de los precios a la baja cercanos a la mitad.
Y todo esto dentro de un marco de precios medianamente aceptables a nivel de cotizaciones de mercados, un clima que se ha portado con nuestra citricultura como lo haría una madre y con una calidad de la fruta que invitaba a ser optimista en cuanto a liquidaciones se refiere para la presente campaña.
La pregunta ahora es la siguiente: Si en estas condiciones favorables en las que los precios podían estar por encima de los 0,22€ Kg las liquidaciones tienden a ir por debajo. ¿Qué condiciones se deben dar en una campaña para que podamos ser optimistas de cara al futuro del sector? Sin olvidar que la primera parte de la campaña se saldó con un tercer récord histórico consecutivo en exportación de cítricos. A caso seguiremos encontrando voces discordantes que profetizan que los consumidores no las quieren, o que Marruecos está muy fuerte y es una amenaza para nuestro sector de clementinas (hay que recordar que Marruecos ha perdido unas 80.000 Tm de mercado con respecto a la pasada campaña).
Si en estas condiciones no se dan precios rentables por parte de cooperativas y ciertos comercios, cuando se han exportado toneladas como nunca antes; ¿Qué mejores condiciones se deben dar para tener una campaña satisfactoria?
