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viernes, 17 de mayo de 2024 | Última actualización: 17:41

Regeneración democrática

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Toni Ferrándiz. Miembro de la junta directiva provincial de Ciudadanos. 

La decadencia que sufre nuestro país alentada constantemente por la realidad política, realidad que se encuentra alejada cada vez más de sus destinatarios, se muestra cada vez más inmisericorde con quienes sustentan la estructura del Estado: la ciudadanía. Ahora, donde los partidos políticos tradicionales han percibido no solamente con encuestas o con manifestaciones en las calles, sino en una convocatoria de elecciones donde se expresa la soberanía del pueblo español, que existe un ánimo de regeneración democrática, por fin se ponen de acuerdo en algo, en este caso en la aprobación de una Ley Orgánica, frente a otros que piden un cambio de modelo de Estado.

No caigamos en los mismos errores, la historia nos enseña. España ya vivió en el siglo pasado un cambio de modelo de Estado con la destrucción de la monarquía en la figura de Alfonso XIII y la instauración de la II República. Los españoles ya tuvimos experiencia con el cambio de monarquía a república, donde la Jefatura del Estado fue ocupada por los mismos políticos que habían desempeñado altos cargos en Gobiernos anteriores a dicha instauración, como Niceto Alcalá Zamora. Los principales problemas suscitados entonces fueron propiciados por los partidos políticos y donde existía una alternancia de conservadores y liberales en tareas de gobierno, y en menor medida aunque también era parte del problema, la forma de estado, pero se decidió que era esta última la que había que cambiar.

Los problemas actuales de España no derivan de la forma de Estado, el monarca no ejerce funciones ejecutivas ya que, de acuerdo con la Constitución que aprobamos los españoles, sus funciones son eminentemente simbólicas y representativas. La destrucción de valores, las penurias que padecen las familias, los continuos recortes en derechos, la destrucción del estado del bienestar, nada de esto en puridad puede ser achacado al Jefe del Estado, el cual se ha adelantado a nuestros políticos para regenerar una institución cuya pérdida de apoyo en la sociedad española era evidente. La Historia nos enseña, después somos nosotros quienes podemos cometer los mismos errores o anotar aciertos. El debate que está ahora en la calle y en los círculos políticos es el de monarquía o república, pero el debate debería ser, ¿queremos o no queremos una regeneración democrática?

La regeneración democrática debe ser una realidad, se ha comenzado con la abdicación del rey que yo entiendo como un acierto para que la monarquía no caiga de nuevo en los mismos errores en los que cayó su abuelo y que llevó a España a una realidad aciaga. A este primer paso, deben seguir otros, ahora alentados por la clase política, la cual debe escuchar lo que el pueblo les ha dicho en las pasadas elecciones para el Parlamento Europeo, listas abiertas, limitaciones de mandatos, sistema de reparto de escaños acorde con la realidad de cada voto..., hay que terminar con el ciclo donde la únicas políticas sean las de derechas representadas por el partido popular o las de izquierdas por el partido socialista.

Es posible hacer otra clase de política donde no se gobierne en clave de izquierdas o de de derechas, donde se gobierne pensando únicamente en el bienestar de la ciudadanía en el progreso. ¿Por qué no se pueden adoptar en un momento determinado y si la situación lo aconseja políticas de izquierdas y seguidamente dependiendo de la necesidad de cada momento adoptar políticas de derechas?. Todas las opciones tienen cosas buenas y cosas malas, no se deben descartar las buenas porque sean ideológicamente contrarias o adoptar unas políticas que no serán la solución pero “como representan ideológicamente al partido de turno” se llevan a cabo.

Ahora la pelota está en el tejado de los partidos políticos. ¿Serán consecuentes con la realidad y con las expectativas de los ciudadanos?. Ciudadanos-partido de la ciudadanía, sí se lo vamos a exigir.