Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
La semana pasada con la aprobación del proyecto de ley que reconoce el derecho a la identidad y a la expresión de género avanzamos hacia una sociedad más abierta, inclusiva y tolerante.
Con esta ley se dio un gran paso hacia la defensa de los derechos de las personas LGTBI y se pusieron los mecanismos para poner freno a la marginación a la que han estado sometidas estas personas.
Una marginación consentida por los políticos al no sentarse a elaborar leyes como la que se aprobó, que velaran por una igualdad real.
La semana pasada se acabó el silencio de las personas transexuales en la Comunidad Valenciana; se puso freno al aislamiento social, al acoso laboral y escolar, y a la violencia física y económica que han tenido que soportar muchas personas trans a lo largo de la historia.
Gracias a la lucha incansable y a la valentía del colectivo LGTBI, se ha hecho realidad un marco legislativo que salvaguarde el respeto y la tolerancia a la diversidad. Porque en pleno siglo XXI no se puede vivir en una sociedad donde se vulneren los derechos de los ciudadanos por ningún motivo, sea físico, psicológico, social o de identidad y expresión de género. Tenemos que conseguir una sociedad más respetuosa que contemple la diferencia como un valor y no como una amenaza.
Ciudadanos se sumó a una diversidad sin estigmas, a la libertad para experimentar la masculinidad y feminidad eliminando las fronteras que persisten socialmente, a la supresión de conductas homófobas, y en definitiva, a la normalización de la diversidad.
Desde mi grupo parlamentario, aprobamos la despatologización de la identidad trans desde un modelo bio-médico, y que ésta fuera entendida como la capacidad de las personas para afirmar qué son y cómo se quieren mostrar. Por este motivo, creemos que es fundamental que se reconozca la identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de pruebas psicológicas o médicas, porque no entendemos la transexualidad como un trastorno.
Pero debo reconocer que un punto que me produjo gran satisfacción en esta ley, fue la prohibición de las terapias de aversión destinadas a modificar la identidad o expresión de genero a las personas trans. Porque las considero terapias ancladas en estigmas sociales y que impiden la autodeterminación y la felicidad de las personas. Desde mi grupo parlamentario hemos querido mejorar la ley, y nos hemos sumado a enmiendas comunes y también a elaboración de propias, como por ejemplo, la creación de unidades de referencia para la identidad de género en cada provincia.
En definitiva, la semana pasada fue un día grande porque este pequeño paso que dio la política fue un gran paso en la humanidad en la defensa de la igualdad. Y con esta ley podremos conseguir que aquellos colectivos más vulnerables puedan tener una vida feliz desde la infancia y avanzar hacia la normalización en la diversidad porque en este mundo todos somos diferentes y únicos, y esta es la riqueza de la naturaleza.
