Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
EEUU vive un antes y un después. Para algunos, es un día de celebraciones y para otros, un día de lamentaciones. Desde mi punto de vista, la sociedad americana ha pasado de Guatemala a Guatepeor y esta situación es fruto de una crisis social y financiera.
Cuando los ciudadanos pierden la esperanza por la situación adversa que están viviendo, sea por no poder cubrir las necesidades básicas o porque ven que siguen existiendo las mismas injusticias, se aferran a los vendedores de humo, y los populismos ganan la campaña. Estos chamanes ofrecen soluciones mágicas y prometen arreglar todos los problemas en un día. Palabrería y más palabrería.
La causa de esta situación es clara: no tener un proyecto alternativo que llegue a las necesidades de los americanos y tener presente siempre las mismas caras. Está claro que Hillary Clinton no era la apuesta.
Cuando la desconfianza en la clase política está latente debido a la corrupción, la mala gestión de los recursos y la clase trabajadora es golpeada, los populismos ganan la batalla. Cuando hay un proyecto político que dice más de lo mismo y pierde credibilidad, y aparece un antisistema que anuncia ser el salvador de la humanidad, el ciudadano desesperado se aferra al chamán que va salvar su situación.
Así ha sido, Trump ha sabido cosechar los votos de millones de americanos descontentos con el anterior Gobierno y ha sido capaz de movilizar a los votantes blancos conservadores y a millones de trabajadores que han sido golpeados por la globalización y buscaban aire nuevo. Trump ha sabido emitir un mensaje de esperanza prometiendo prosperidad en el sueño americano. Él como gran magnate alardea de saber crear riqueza y ha sabido emitir el mensaje que muchos americanos esperaban.
Pero esta riqueza es endogámica, ‘América para los americanos’, y se basa en construir muros en lugar de puentes de unión y colaboración entre países. Hoy tanto la extrema derecha, como la extrema izquierda celebraran este día, porque gana el proteccionismo de un país y a esta celebración se sumará Podemos porque se va acabar con el Tratado de Libre Comercio, y a atentar contra la libertad y la cooperación entre países.
Hoy no creo que empiece el sueño americano como muchos anuncian, más bien diría que su pesadilla, porque hoy entra en la Casa Blanca un presidente que se considera antipolítico y se cree con el derecho de emitir mensajes racistas y machistas que enfrenta a un país.
Un presidente que no apuesta por una sociedad abierta, por el diálogo y por la paz social, sino por la separación y el sectarismo. Lo que está claro que haciendo un recorrido desde Syriza a Le Pen los extremos no están demostrando ser positivos. Hay que reflexionar sobre lo qué está pasando en este mundo.
