Este año ha sido vertiginoso, innovador, inesperado, sorprendente, transgresor... un centrifugado del sistema en todos los aspectos.
¿Y en estas fechas toca reflexionar sobre lo vivido? Los más críticos entienden que en estas fechas no es saludable ser comprensivos, solidarios, cariñosos, familiares, generosos,... cuando el resto del año hemos sido egoístas, egocéntricos, soberbios,... y menos, si es con el objetivo de compensar nuestras malas acciones.
Los más pragmáticos, en cambio, ven en la tradición el cierre de un ciclo anual que invita a cambiar los malos hábitos para mejorar la convivencia, que estas fechas son un alto en el camino para reflexionar sobre nuestros actos más cuestionables y el principio de un cambio que debe acompañar el año próximo.
Y en este sentido, siguiendo esta visión más optimista, tenemos que reflexionar y darnos cuenta que la realidad ha cambiado.
Como ejemplo, lo ocurrido esta semana. Desde la bancada del grupo popular se criticaba la actuación de la dejadez y gestión realizada en un tema concreto. No es importante concretar más.
Lo destacable es la reacción en el pleno del concejal al cargo que fue contundente, al considerarlo una ofensa personal después de haber intentado por todos los medios conseguir una solución ante un aspecto difícil. No comprendía la queja de la actual oposición cuando el desaguisado era heredado.
Analizando lo ocurrido, lo interesante no estaba en el tema en concreto, sino en la reacción: “no te lo tomes como algo personal” argumentaba la bancada popular.
“¿Como algo personal?” pues claro que es algo personal. Si algo ha cambiado este año es la forma de hacer política. Los nuevos agentes que irrumpen en el escenario político, lo hacen para cambiar eso precisamente. Sí es algo personal.
Precisamente la necesidad de tomarse en serio lo público es lo que hace que personas que nunca se habían planteado entrar en las instituciones, se organicen y actúen frente a la incompetencia y la falta de sensibilidad y empatía con los ciudadanos de los encargados de gestionar lo público.
Damos nuestro apoyo a la persona que se toma la gestión pública como algo personal porque es la única manera de que los problemas de la gente que lo está pasando mal encuentren solución.
Felices fiestas Enric Porcar y demás vecinos de Castellón.
