Araceli Peris. Senadora del PP por Castellón.
Evidentemente, con los tiempos que corren últimamente para el Gobierno, transcurren más desapercibidos que nunca hechos como los sucedidos la semana pasada en la cumbre de la Unión Europea.
De lo acontecido, en el polo negativo, la disminución del presupuesto de la UE, se negociaban las perspectivas financieras para el 2014-2020, aún cuando ello supone que también disminuyen los fondos que España aportara a la unión; en el polo positivo, la concesión de fondos estructurales para España de desarrollo rural y de empleo joven. Son 1.800 millones de euros suplementarios para las comunidades autónomas y más de novecientos para invertir en promover el empleo juvenil, una de las prioridades del Gobierno por serlo de nuestra sociedad.
Se destaca por sí misma la capacidad de negociación del presidente del Gobierno y de su equipo allí desplazados.
Por lo que se vio y se cuenta había tres posiciones claramente diferenciadas: una, los países del sur, entre ellos España, con unas necesidades más que conocidas, y entre los nórdicos, dos, por una parte Alemania que curiosamente pareció adoptar una posición mediadora y, tres, los demás países nórdicos que poco menos que se asustan cuando no se habla exclusivamente de austeridad y se les explica que necesitamos políticas de estimulo económico ya que nuestra sociedad está apretándose al máximo el cinturón con recortes y ha llegado el momento de invertir.
Al final, estos últimos imponen la disminución de presupuesto global así también disminuyen sus aportaciones al mismo y además porque no esconden la intención de disminuir, asimismo, las competencias de la UE a fin de que sean recuperadas por sus Estados. Ello no significa que se ponga en duda el futuro de la unión de países, aunque alguno de ellos, como Reino Unido amague siempre con ‘salirse’ de la misma. La continuidad de la UE, si las condiciones actuales siguen, no parece discutida en general. Sin embargo, la lucha de poderes e intereses es complicada, como no podía ser de otra forma.
En dicho contexto de negociación, extremadamente delicado, se han conseguido casi tres mil millones de euros suplementarios muy necesarios en nuestro país, y aunque hay que continuar puesto que esto sólo es el primer paso, dado que todo lo expuesto se debatirá en el Parlamento Europeo, no parece que tenga por qué perjudicar a lo ya obtenido por España, ya que lo que se supone centrará la discusión es el hecho de intentar incrementar el presupuesto global disminuido en el Consejo de la semana pasada.
Por todo lo expuesto, es más que sorprendente que todo lo que significa un logro para nuestro país, tan maltratado por esta crisis en términos de paro y de innumerables sacrificios que estamos pidiendo a la sociedad y se están haciendo, pase tan desapercibido. Es lógico que se hable de todo: presuntos corruptos y corruptelas, grabaciones ilegales, por muy graves que sean, bueno todos los hechos de los que quien se ocupará realmente son los Tribunales de Justicia, pues son quienes se deben ocupar en el sistema que nos hemos dado. Y, el líder del principal partido de la oposición, a poco más de un año de estar gobernando el actual equipo de gobierno, lleva pidiendo la dimisión del presidente del Gobierno ni sé las veces, sin destacar ni un hecho positivo de la acción del ejecutivo como la descrita en este artículo, y lo que es más grave, sin darse cuenta que la dureza de las medidas tomadas son consecuencia de la inacción del gobierno del que él formaba parte. Vaya responsabilidad y sentido de Estado. Eso sí me causa rubor como político y no lo anterior, pues lo digo desde la profunda convicción que todas las personas que conozco que trabajan en política, al margen de su signo, lo hacen por vocación de servicio a la sociedad a la que todos pertenecemos. La misma convicción que tengo que serán los tribunales los que den cuenta de todos aquellos que hayan violado esta vocación infringiendo las normas de nuestro estado de derecho.
