Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
A la hora de entender el último Informe PISA sobre Educación, hay que intentar huir tanto de la histeria interesada de aquellos que pretenden demoler nuestro Sistema Educativo para que se haga negocio con él, como del inmovilismo cerrado y sectario de aquellos que no ven ningún problema.
Problemas nuestro Sistema Educativo los tiene, y muchos. Y es absurdo negarlo. En primer lugar, tenemos el lugar ciertamente mediocre que a nivel estatal obtenemos en ciencias, matemáticas y lectura en el citado Informe PISA. En segundo lugar, nos encontramos con una elevada tasa de fracaso escolar; lo que hace que uno de cada tres alumnos abandone el sistema sin ningún título, sin ni siquiera el graduado en ESO. Y el último, y tal vez el más grave, sea la dictadura pedagógica que han impuesto unos expertos de salón, que raramente han pisado las aulas, y que ha implantado aquí a las bravas el modelo pedagógico anglosajón, un modelo que como se ve en Estados Unidos, no hace otra cosa que fracasar.
Ahora bien, dicho esto, conviene no rasgarse las vestiduras con el citado Informe. Así, conviene recordar que, como han demostrado los estudios de Granados y Klose, nuestro Sistema Educativo ocuparía nada más y nada menos que el octavo lugar en el ranking PISA si el nivel socioeducativo de los padres españoles fuera similar al de los finlandeses. Tal vez por ello, las comunidades autónomas que cuentan con un mayor número de población adulta universitaria, como Castilla León o La Rioja, obtienen unos magníficos resultados, casi al nivel de Finlandia, en el citado Informe. En segundo lugar, nuestro modelo productivo de la pasada década, basado en el ladrillo y en un sector servicios poco cualificado, explica en buena medida el abandono educativo temprano, eso es indudable. Y en tercer término, seguimos invirtiendo menos que la media de la OCDE. En este sentido habría que recordar a los fans de la lideresa condesa, que dicen que el dinero no importa, como en Navarra y País Vasco, que es donde mayor inversión educativa hacen por alumno, son dos de los lugares de España con mejores resultados en PISA. Y en Finlandia ocurre lo mismo.
Menos histeria pues y mayor racionalidad. Y sobre todo, contar con los que de verdad saben de esto; los que están a pie de aula.
