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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 12:16

Ajustes?... En casa de otro (II)

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José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal. 

Decía la semana pasada que se nos va el ahorro al garete si lo que llevamos sufriendo unos pocos solo sirve para mantener el voto de otros.

A ver si soy capaz de explicarme. Dice el Consejo Escolar del Estado, en un informe muy concienzudo y serio, que una plaza escolar en España cuesta en un colegio público una media de cinco mil quinientos euros por alumno y curso escolar y en un colegio concertado, los de monjas  y curas de toda la vida, en torno a tres mil quinientos, o sea, un cuarenta por ciento menos.

Me dirán qué cómo es posible. Y yo les respondo que es fácil y sencillo de entender. Por una parte, los colegios concertados tienen en su inmensa mayoría las aulas abarrotadas, hecho que sólo ocurre en algún colegio público. No es igual tener medias de dieciocho o veinte alumnos por aula a tener veintiocho o treinta. El coste del profesor, energías, personal de servicios, etc. es mucho menor, pues hay más a distribuir.

Añadan lo que con cierta amargura me comentaba un inspector de educación hace un tiempo. "Una plaza por una baja por riesgo de embarazo puede llegar a estar cubierta en un curso escolar por cuatro profesores distintos. Quien ha solicitado la baja por riesgo de embarazo, quien le sustituye, que pide una baja por diversos motivos, sustituido por una embarazada que vuelve a pedir la baja y por fin  de la bolsa de trabajo, generalmente interino, suple y llega al aula". El coste  no lo vamos a calcular por lo exagerado. De igual manera me dirán ustedes que este es un caso especial y el planteamiento demagógico. Pues sí, en esta ocasión tal vez, pero yo les aseguro que hasta el tercer sustituto es muy frecuente.

Miren si debe resultar escandaloso que la Generalitat se ha ahorrado con las nuevas normas de retribución en baja por enfermedad más de 58 millones de euros en un año, una burrada. Algo ha funcionado muy mal durante años. Se ha utilizado la norma en provecho propio, sin importar en exceso la repercusión que estos procederes tenían en el alumnado y el sobrecoste originado.

Habitualmente, en un colegio concertado estas cosas no ocurren, como no ocurren en las empresas privadas, cuando uno está de baja lo está y cuando no, pues a trabajar.

Nos piden enormes sacrificios en lo laboral, familiar y en el escolar también. ¿De dónde creen que sale el dinero para apagar la luz, el agua, la limpieza y la calefacción en los colegios concertados cuando la Generalitat tarda meses y meses en pagar? Exacto. De los padres que llevan sus hijos a estos colegios.

Quienes gobiernan están castigando a quien ejerce el derecho a elegir colegio, ya que hay más alumnos en el aula, deben ayudar a sostener los colegios, la mayoría sin ánimo de lucro y además que con sus impuestos se paguen peticiones electoralistas y dopantes generando una escuela  cada vez más desigual. No es de recibo. Por eso me reitero, ajustes... en casa de otro.