El hallazgo de las 8.000 piezas, compradas hace 21 años, se ha producido al realizar reformas en las dependencias
La Diputación de Castellón ha encontrado las piezas de un mural contratado al artista Ripollés en el año 2000, enterradas en el polvo y en el olvido en un rincón del cocherón de la entidad provincial. El mural, por el que la entidad provincial pagó 23 millones de pesetas de entonces, debían adornar la fachada del edificio municipal de las Aulas. Pero aquel mural nunca encontró su destino programado. Ahora, entre palets, rodeados de polvo y suciedad, se han descubierto las 8.000 piezas del 'puzzle' que se van a rescatar del olvido, si se puede. Según María Jiménez, "esta ha sido la historia de una gran chapuza".
S. Barberá/Castellón Información
“Historia de una gran chapuza”. Así ha calificado la diputada provincial de Patrimonio, María Jiménez, el hallazgo de un mural de 8.000 piezas cerámicas, obra del artista castellonense Juan García Ripollés, conocido como Ripo, en el cocherón de la Diputación de Castellón, después de los trabajos de limpieza y reforma que están realizando en estas dependencias, ubicadas en la avenida Valencia.
“Nos encontramos con una sorpresa mayúscula, tan grande como lo que nos encontramos que es un enorme mural cerámico que se compró hace 21 años al artista Ripollés”. Este mural, según consta en los documentos que hay en la Diputación costó 23 millones de pesetas, lo que vendría a ser ahora 139.434 euros. La diputada ha explicado que “creemos que es necesario que la sociedad de Castellón sepa que aquí durante 21 años ha habido tirados 140.000 euros en sentido literal”. Las piezas estaban distribuidas en 106 palets “rodeados de polvo y suciedad”.
La obra cerámica es una gran estructura de 29 metros de alto por 13,5 metros de ancho que responde al título ‘Canto a Castellón y sus pueblos’ que supone un total de 66.000 cuadrículas y 8.000 piezas que debían conformar un gran mural cerámico “del que jamás se supo” ha señalado la responsable de Patrimonio.
Antecedentes y futuro de la obra
Los antecedentes de esta obra, tal como ha explicado Jiménez, datan del año 2.000 bajo la presidencia de la Diputación de Carlos Fabra. En junio de ese año la sociedad Artemas presentó un documento ofreciendo a la Diputación un mural de cerámica del artista Ripollés que iba a servir, según consta en los papeles de la institución, “para completar la colección artística de la Diputación, que carece de obras que como la presente es factible de ser instalada en un exterior, lo que puede permitir a la diputación provincial ofrecer a todos los castellonenses la posibilidad, en el caso de que así se haga de disfrutar de un espacio sugerente pleno de gozo y vital al aire libre”. Y ha proseguido explicando, que un mes después en junta de gobierno se aprobó el pago de los 23,2 millones de pesetas que costó la obra y que se recepcionó en octubre del mismo año. Pero, tal como ha relatado la diputada “a partir de ese momento, no se hizo absolutamente nada. El mural ha estado ahí guardado 21 años en palets, por lo tanto, son 140.000 euros tirados por el suelo”.
Según los datos que constan en la institución provincial, el mural fue comprado para colocarlo en la fachada del patio de Las Aulas de la plaza de las Aulas de Castellón. Finalmente, los vecinos no quisieron que se pusiera en esa fachada por lo mucho que pesaba y los técnicos desaconsejaron hacerlo por tratarse de una macroestructura que podía originar problemas desde el punto de vista de la seguridad. Todo ello teniendo en cuenta que cada pieza pesa entre 2 y 3 kilos.
Sobre el futuro del hallazgo, la diputada de Cultura, Ruth Sanz, ha explicado que “ahora lo que queremos hacer es saber si se puede montar todo el mural, ya que hay piezas que parece que no encajarán. Y luego que los técnicos nos digan dónde podríamos ubicarlo porque tiene piezas rugosas, es una superficie muy grande y la diputación ya sabemos que no disponemos de un espacio tan grande para poderlo montar. Por ello tenemos que ver si alguna población tiene algún lugar que quiera tenerla, pero primero vamos a ver si se puede montar todo el mural para saber que la tenemos toda entera”.