Ahora el conjunto castellonense tiene que ganar los dos últimos partidos frente al Rayo Vallecano y Málaga si quiere soñar con evitar el descenso
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Los zaragozanos jugaron un partido muy plácido y ganaron cuándo y cómo quisieron. Encarrilaron el encuentro a las primeras de cambio. Lo dejaron visto para sentencia a los dos minutos de la reanudación y remataron la faena en el minuto 65 con el penalti transformado por Álvaro Tejero. A partir de ahí, no llegaron más porque Dios no quiso. Un triste final para un partido que se quería ganar, pero del que se salió muy escocido y con el descenso más cerca que nunca.
Los castellonenses, conscientes de lo que se estaban jugando, salieron presionando e intentado no ser sorprendidos. Después de un par de aproximaciones al área zaragozana, llegó el gran golpe bajo. Una jugada conducida entre Juanjo Narváez y Francho Serrano acabó con un disparo de este último que coló el balón por toda la escuadra izquierda de la portería de Óscar Whalley. A las primeras de cambio a jugar con la losa del 1-0 en contra.
El partido, en líneas generales, poco a poco se convirtió en un duelo de bajo nivel entre dos equipos que están o han estado con muchos apuros en la tabla clasificatoria. El Real Zaragoza, con la salvación virtual antes de arrancar el choque, tampoco demostró grandes virtudes futbolísticas. Sobre el terreno de juego estuvo con las ideas más claras, pero poco más.
Querer y no poder
Para estar obligados a ganar este partido, se esperaba mucho más de este Castellón con muchos problemas para controlar el partido, para triangular alguna jugada o para tener más presencia en el área de su rival. Mucho correr detrás del balón porque el conjunto zaragozano lo hacía rodar de una parte a otra. En pocas palabras, el equipo no carburaba y precisaba de cambios. Sin esperar al descanso. El tiempo es oro a día de hoy para la escuadra castellonense.
De lo más destacado ofensivamente hablando para el Castellón llegó en el minuto 40 con una falta lateral que Yan Bodiger peinó por la izquierda de la portería defendida por el argentino Cristian Álvarez. Se llegó al descanso con el 1-0.
Y mazazo en la reanudación
A los dos minutos de la reanudación llegó el gol que sentenció al Castellón y le empujó más que nunca a la Primera División RFEF. Así de crudo. Esta derrota obliga al equipo de la capital de la Plana a ganar los dos próximos partidos: al Rayo Vallecano en Castalia, el próximo lunes, y al Málaga en La Rosalda, siete días después. Saque de esquina largo de Alberto Zapater y en el segundo palo el joven delantero local Iván Azón cabeceó al fondo de las mallas.
El gol estuvo acompañado poco después por dos cambios en las filas del conjunto albinegro. Se marcharon Juanto Ortuño y Carlos Delgado y salieron al campo dos delanteros como Igor Zlatanovic y David Cubillas. No mejoró la cosa. Más bien todo lo contrario. Todo empeoró. En el minuto 65 penalti de Rafa Gálvez sobre Iván Azón. Lanzó el central Álvaro Tejero y envió el cuero al fono de las mallas. Posiblemente este gol hizo poco daño porque el partido ya estaba perdido mucho antes.
El Castellón se jugará la vida el lunes contra el Rayo Vallecano en Castalia. No ganar será certificar el descenso de categoría a Primera División RFEF. Lo que sí que está claro es que la situación está más complicada que nunca. El encuentro acabó con un querer y no poder y con un cabezazo de Rafa Gálvez que se estrelló en el palo derecho de la portería de Cristian Álvarez.
FICHA TÉCNICA:
-3- ZARAGOZA: Cristian Álvarez; Álvaro Tejero, Peybernes (Atienza, min. 67), Álex Francés, Nieto; Bermejo (Zanimacchia, min. 75), Eguaras, Zapater (James, min. 75), Francho; Narváez e Iván Azón (Sanabria, min. 67).
-0- CASTELLÓN: Óscar Whalley; Lapeña, Delgado (Zlatanovic, min. 56), Gálvez, Víctor García; Arturo (Señé, min. 76), Gus Ledes (Marc Mateu, min. 66), Bodiger, Rubén Díez (Carles Salvador, min. 76); Juanto Ortuño (Cubillas, min. 56) y César Díaz.
GOLES: 1-0, min. 12: Francho. 2-0, min. 47: Iván Azón. 3-0, min. 65: Álvaro Tejero, de penalti.
ÁRBITRO: Ocón Arráiz (Riojano). Amonestó a los visitantes Arturo Molina y Cubillas.
CAMPO: La Romareda, sin público.
