El fondo ante la Covid-19 ha recibido más de 68.000 euros y ha atendido las solicitudes de 195 familias de la provincia
S. Barberá/Castellón Información
Cáritas Diocesana realizó un total de 216. 853 intervenciones en la provincia de Castellón durante 2020, año en el que estalló la pandemia por el coronavirus. Estas intervenciones se han realizado a un total de 16.815 participantes, a personas en concreto un 16% más que el pasado año, y a 26.432 beneficiarios, que son el entorno de los participantes, un 3,5%. Así lo ha manifestado el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López, esta mañana durante la presentación de la memoria de Cáritas diocesana de Segorbe-Castellón realizada esta mañana junto al director de Cáritas, Juan Manuel Aragonés, y Sergio Mendoza, delegado de Cáritas Diocesana.
En la presentación de las actividades realizadas por la organización caritativa de la iglesia se ha destacado que la pandemia ha agudizado la pobreza y la vulnerabilidad de los colectivos sociales que ya estaban marginados y sus consecuencias, sobre todo en el empleo, han hecho que personas en situación normalizada hayan tenido que recurrir a Cáritas. Pero también ha habido una cara positiva que es la ola de solidaridad que se generó con personas dispuestas a ayudar personal y económicamente.
Entre las iniciativas puestas en marcha por la organización con motivo de la pandemia destaca la denominada ‘Entidades con corazón’ que lanzó la campaña ‘La caridad no cierra, cada gesto cuenta’ y contactó con 600 empresas y entidades que realizaron donaciones por un valor de 170.464,64 euros y 63.827,67 euros en especie.
Otra de las acciones que se llevaron a cabo durante el pasado año estuvo dirigido a las personas sin hogar para quienes se habilitó un nuevo albergue provisional con 45 camas en el polideportivo Castalia que dio cobijo a 112 personas, se realizaron 3.240 pernoctaciones y se sirvieron 9.550 comidas.
Este desafío planteado como consecuencia de la pandemia ha llevado a Cáritas a dedicar el 90% de sus recursos a los proyectos de acogida y acompañamiento para atender las necesidades básicas y de promoción de una población que ha sido golpeada por la pandemia.
Además, según ha señalado Aragonés “como respuesta a las necesidades de la pandemia han jugado un papel decisivo las personas voluntarias que han aumentado un 10,5% con 97 nuevas incorporaciones. El perfil de los nuevos voluntarios es de jóvenes de entre 18 y 30 años.
Fondo Diocesano ante la Covid-19
Una de las iniciativas puestas en marcha ha sido el Fondo Diocesano ante el Covid-19, creado el 16 de abril de 2020 por el obispo Casimiro López. Se creó para prestar ayuda a las Cáritas parroquiales, arciprestales o interparroquiales que no puedan cubrir con fondos propios las peticiones de personas o familias necesitadas con alimentos, suministros, vivienda y medicamentos entre otros. El total de asignaciones en 2020 fue de 68.913,45% euros y se atendieron solicitudes de 195 familias.
Dentro de este fondo, que sigue abierto y trabajando para toda la sociedad más necesitada, hay un apartado que preocupa especialmente a los responsables de Cáritas como es la vivienda, ya que el 60% de las asignaciones fue para el pago de alquileres y suministros por un total de 41.072,42 euros. Aragonés ha destacado que “hemos visto como hay muchas dificultades entre las personas que acuden a nosotros para poder mantenerse viviendo en un hogar con las mínimas condiciones de habitabilidad. Como ejemplo en Castellón, el alquiler de un habitación está de media en 250 euros”.
