La subdelegada del Gobierno en Castellón inaugura una jornada formativa centrada en las novedades del nuevo acuerdo, que incluye 462 medidas y un aumento presupuestario del 50 %
La subdelegada del Gobierno en Castellón, Antonia García Valls, ha inaugurado esta mañana la jornada formativa del II Pacto de Estado contra la Violencia de Género, organizada por la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación. El encuentro ha reunido a 35 profesionales que trabajan en la detección, prevención, atención y reparación de las víctimas.
Durante su intervención, García Valls ha destacado que el nuevo pacto “incorpora 462 medidas frente a las 290 del acuerdo inicial de 2017 y abarca múltiples ámbitos, desde la prevención y protección a las víctimas hasta la sensibilización social”.
La subdelegada ha puesto el foco en el avance que supone esta renovación, señalando que “el nuevo plan integra las formas emergentes de violencia que afectan a las mujeres y refuerza la protección de los colectivos más vulnerables, que hasta ahora no habían sido contemplados”.
La jornada se ha celebrado en el salón de actos del Edificio de la Paz, y ha subrayado también la importancia del incremento de la formación como uno de los pilares de este nuevo marco.
Por otra parte, García Valls ha lamentado la falta de consenso político en torno al II Pacto de Estado:“El discurso negacionista de la violencia de género amenaza con minar décadas de trabajo, cuesta vidas de mujeres, abona la violencia y el silencio de las víctimas”, ha denunciado.
Finalmente, la subdelegada ha reafirmado el compromiso del Gobierno en la lucha contra la violencia machista:“Desde el Gobierno de España se ha trabajado sin descanso para que la renovación saliera adelante, porque es de justicia, porque es imprescindible y porque, además, para este Gobierno es un asunto prioritario seguir luchando contra la violencia machista. El nuevo plan supone un aumento del 50 % del presupuesto, con más de 1.500 millones de euros comprometidos para los próximos años”, ha concluido.
La jornada ha servido para reforzar el papel de la formación como herramienta clave en la erradicación de la violencia de género y para presentar las principales líneas de actuación que marcarán la implementación del II Pacto de Estado en los próximos años.