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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 09:32

Un altar rústico inspirado en los monasterios góticos acoge a la Virgen de la Paciencia de Oropesa

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La imagen de la Paciencia llega para el ángelus a cada sector, y se queda en una casa particular hasta la celebración de la novena a las 19h.

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Los vecinos del cuarto sector han querido representar “un día festivo” en los decorados dedicados a la Virgen de la Paciencia. Picas valencianas de ofrendas tradicionales, el altar de corcho y papel y la simulación de las flores del almendro, han acompañado hoy a la Imagen de la Virgen.

Según Luisana Segarra, miembro del sector “se ha querido rememorar y dar valor a los ancestros” utilizando elementos significativos como la flor del almendro. Y es que, “antiguamente las fiestas se celebraban en estas fechas, una vez terminada la recogida de almendras”.

Desde finales del mes de julio una media de treinta personas han estado trabajando para poner a punto todos los decorados, un hecho, que según Carlos Aparici, vecino del sector 4 “ha sido un regalo, por reencontrarse con todos los vecinos y empezar amistades nuevas con personas que no tenían la oportunidad de conocer”.

En cuanto a los actos especiales del sector esta tarde, cabe destacar la Ofrenda Literaria, ocho personas de edades comprendidas entre los siete y los ochenta años, han recitado poesías exclusivas a la Virgen, dando así la importancia a todas las edades y trayectoria de una vida.

Como curiosidad, la romería se ha efectuado como se hacía antiguamente y hasta principios de los años setenta, transcurriendo por las calles, Doctor Alemany, Castillos, Horno, En medio y San Jaime, finalizando en la Plaza de la Iglesia donde ha comenzado la tradicional novena.

La Virgen de la Paciencia en el Sector 4.
La Virgen de la Paciencia en el Sector 4.

Misión popular

El párroco, D. José Aguilella, afirma que aún no da crédito a la participación de los vecinos en las celebraciones patronales de Oropesa que conmemoran los 50 años del regreso de la imagen de la Virgen de la Paciencia a la localidad. El casco antiguo de la población se ha dividido en cinco sectores, y en cada uno se han organizado equipos de personas para honrar la visita de la patrona durante esta semana. Los organizadores del cuarto ya tienen lista la ofrenda literaria de esta noche, y el Domingo que viene, el Obispo, Mons. Casimiro López Llorente, culminará la efeméride con la eucaristía durante la cual declarará la coronación canónica.

La imagen de la Paciencia llega para el ángelus a cada sector, y se queda en una casa particular hasta la celebración de la novena a las 19h, que se realiza en la calle, ante un altar decorado con diversos motivos según a creatividad de cada equipo. La gran afluencia de fieles y vecinos ha convertido estas celebraciones en una auténtica misión popular, según afortunada expresión que Aguilella rescata de la predicación que hizo el sacerdote D. Joan Llidó.

Este movimiento tendrá como expresión particular la eucaristía del domingo en la que el Obispo declarará la coronación canónica: “Es un reconocimiento de la devoción que la imagen que ostenta esta advocación despierta en los fieles”, explica el párroco que no duda en afirmar que el nombre de Virgen de la Paciencia es propia de Oropesa. El origen podría estar en la comunidad de Carmelitas de San José, en Valencia, que durante 345 custodió la imagen: “La talla original es de la Virgen del Rosario, pero es posible que las religiosas le atribuyeran de la Paciencia en referencia al cántico de Santa Teresa ‘Nada te turbe, nada te espante (…) la paciencia todo lo alcanza”.

La imagen es una talla de madera policromada del siglo XVI, con relicarios en su base, que tras un ataque de piratas bereberes se trasladó a Valencia hasta que en 1964 la comunidad carmelita la restituyó a la parroquia. Hace diez años se realizó una restauración, y al mismo tiempo se hicieron cuatro copias que se usan para la procesión, de veneración en el templo parroquial, se regaló una al convento de San José, y la última se expone en la catedral de Segorbe, como signo de unidad diocesana, motivo por el que cada año los fieles de la población peregrinan a la sede segorbina. También el Ayuntamiento ha organizado una exposición sobre los mantos, uno de los cuales ha sido restaurado junto con la imagen que el pueblo veneraba antes de la devolución.